Retail - Consumo

Hermès abre su mayor emporio español con aires modernistas en Paseo de Gracia

  • Incluye un jardín interior y un salón privado en una superficie de casi 400 metros cuadrados
Patio interior de la nueva tienda. EE

Estela López

Aparque las prisas antes de seguir adelante, porque el lujo está pensado para disfrutarlo pausadamente, y desde este jueves habrá un nuevo espacio en el que palparlo. Será la tienda de Hermès más grande de España, en el Paseo de Gracia de Barcelona, fruto de una gran rehabilitación del bajo comercial de una finca regia de finales del siglo XIX, y en la que elEconomista.es se ha colado antes de su estreno.

En 372 metros cuadrados repartidos en dos pisos, se concentrarán las 16 clases de artesanías que elabora la firma parisina nacida hace casi 200 años y que tiene en los productos de piel su emblema, pero que también trabaja la seda y otros tejidos, cosmética, perfumería, joyería, relojería, mobiliario y menaje del hogar, entre otros.

La nueva tienda responde a la estrategia internacional de Hermès de ir mejorando sus locales, y en el caso de Barcelona, ha supuesto trasladarse unos metros, ya que hasta ahora ya contaba con una tienda más pequeña unos pocos números más abajo en la que es la milla de oro barcelonesa.

Y es que el establecimiento actual ha sido una gran apuesta que no es comparable al resto. Es la única tienda de Hermès en España (la compañía tiene cuatro) con salón privado para los clientes que deseen tranquilidad y discreción en sus compras, ubicado en el primer piso. También dispone de un patio con jardín interior en el que se ha plantado flora local, como cítricos y pinos mediterráneos, así como jacarandas, magnolios y buganvillas.

Ideada por el estudio de arquitectura parisino RDAI, encargado de todos los locales de Hermès desde 1976, la nueva tienda de Barcelona cuenta también entre sus tesoros con vidrieras originales del reconocido vidriero modernista Antoni Rigalt i Blanch, que representan una escena evocadora y florida al estilo japonés. Se trata de detalles del diseño original, que se conservaron durante la renovación y se reinstalaron en el que ahora será el salón privado del primer piso, que también incluye suelos de mosaico de cerámica Nolla.

Evocando las formas orgánicas y escultóricas del modernismo catalán en la tradición de Antoni Gaudí, las paredes de estuco color arena y los techos blancos de la tienda están dibujados con líneas ondulantes y curvas que crean una sensación de movimiento desde la entrada hacia atrás, y el homenaje a la tradición se entremezcla con la actualidad, y los colores neutros con los vivaces.

Así, una selección de obras de arte contemporáneo, que incluyen paisaje oceánico de la fotógrafa canadiense Amy Friend y obras geométricas pop del colorista irlandés Richard Gorman, se mezclan con piezas de la colección de Émile Hermès que encarnan el longevo espíritu artístico de la maison. Para el evento de apertura se ha elegido a la artista francesa Nathalie Junod Ponsard, mediante una pieza encargada, Songe Solaire, que es una obra cromática luminosa y nocturna instalada en el mirador de la fachada.

Ha pasado mucho tiempo desde los orígenes de Hermès en 1837 como fabricante de arreos y sillas de montar, pero sus productos siguen siendo elaborados para durar, poder ser reparados y poder ser legados entre generaciones. Para ello cuenta con unos 6.000 artesanos e incluso su propia escuela de aprendices en Francia, donde elabora el 80% de sus productos.

En perspectiva global, la apertura del nuevo local de Barcelona llega a finales de un año en el que Hermès también ha estrenado sus renovadas tiendas en Zhengzhou (China) y Doha (Qatar), y abierto nuevas tiendas en Wuhan (China) y en Austin (Estados Unidos). Además, este 2022, la multinacional familiar gala pilotada por la sexta generación desde 2013 también ha ubicado una nueva tienda insignia en Nueva York, en Madison 706.