Política
El futuro Gobierno catalán aparcará la DUI y respetará la legalidad
- ERC y PDeCat han moderado su discurso de secesión y la descartan a corto plazo
Estela López
La declaración unilateral de independencia (DUI) no es un objetivo para la próxima legislatura ni para el PDeCat ni para ERC. Así se desprende de las declaraciones de los últimos días desde ambas formaciones, y fuentes cercanas indican que no formará parte de sus programas.
Hay un doble motivo: si los independentistas han reconocido ahora que no estaban preparados para la secesión, es improbable que puedan estarlo a corto plazo, más aún tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que ha supuesto la intervención estatal de la administración catalana. Además, la vigencia de la intervención hace inviable concurrir a los comicios defendiendo lo que ha llevado a esta situación. Supondría entrar en un círculo vicioso, ya que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ya ha advertido de que no dudará en prolongar o volver a aplicar el 155 si renace la amenaza de ruptura.
Dejar la DUI a un lado en esta campaña electoral es también una vía para buscar aliados en los comuns y conservar el Gobierno catalán en sus manos con la mayoría más grande posible, teniendo en cuenta la división entre los independentistas y los recelos respecto a la presión que han ejercido desde la CUP en la última legislatura: desde la exigencia de que Artur Mas diese su famoso paso al lado en favor de otro presidente tras las autonómicas de 2015, al hostigamiento para convocar el referéndum y proclamar la independencia después. El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, lanzó este viernes un mensaje claro a ERC: si pone el énfasis en la agenda social y en los problemas de los catalanes podrían "hablar con ellos", pero si sigue planteando la independencia de Cataluña, unilateral o bilateral, "ahí no estaremos".
Escenario postelectoral
Pese a las reticencias de los últimos días de los independentistas a hablar sobre el escenario postelectoral, ayer abrieron la veda. La coordinadora general del PDeCat, Marta Pascal, defendió que el presidente de la Generalitat cesado, Carles Puigdemont, debería repetir en el cargo aunque su lista (JuntsxCat) no sea la más votada. Por su parte, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, planteó un doble Govern si Puigdemont y los consellers cesados no pueden acudir al Parlament por encontrarse en prisión o en el extranjero. Así, abogó por hacer convivir al Ejecutivo "legítimo" con otro "efectivo" que realice las directrices del primero en Cataluña. No es una cuestión baladí, ya que los cinco candidatos que lideran la lista de JuntsxCat están en prisión o huidos en Bruselas: Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Clara Ponsatí, Jordi Turull y Josep Rull. ERC también tiene a tres de sus cinco primeros candidatos por Barcelona encarcelados (Oriol Junqueras, Raül Romeva y Carles Mundó), y tampoco tendría disponibles a las cabezas de lista de Girona (Dolors Bassa, en prisión) y Lleida (Meritxell Serret, en Bélgica). También hay que tener en cuenta que la número cuatro por Barcelona, Carme Forcadell, está en libertad bajo fianza. Otros dos consellers encarcelados, Joaquim Forn y Meritxell Borràs, se han desmarcado de cualquier lista, al igual que ha hecho el exconseller Santi Vila.
Los partidos constitucionalistas no han dado sorpresas con sus líderes, aunque también han buscado incorporar a independientes y tránsfugas de otras formaciones. Por su lado, Germà Gordó, que abandonó el PDeCat por su presunta vinculación con el caso 3 por ciento, intentaba ayer llegar a tiempo para presentar listas con su nuevo partido Convergents, con la expresidenta del Institut Català de les Dones, Teresa Pitarch, al frente.
Largo plazo
Tanto ERC como el PDeCat inciden en que no renuncian a su objetivo de independencia, si bien a más largo plazo e insistiendo en la búsqueda de la implicación internacional para vehicular la negociación con el Gobierno central. El martes era la secretaria tercera de la Mesa del Parlament, Anna Simó (ERC), la que afirmó que la vía unilateral era "imposible" en la legislatura que dará comienzo tras las elecciones autonómicas del 21 de diciembre. "O lo hacemos dialogando con el Estado y la Unión Europea o somos una seta en el mundo", agregó.
El jueves, el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, defendió que, si el 21-D ganan los secesionistas en votos y escaños, habrá legitimidad para tirar adelante el proceso soberanista, pero recomendó no ponerse "plazos cortos que ahoguen, y hagan tomar decisiones que puede que no sean las mejores". Puigdemont afirmó también el jueves que, si gana el 21-D, propondrá a Rajoy y a la UE abrir una "nueva etapa de diálogo" sobre Cataluña sobre "la realidad" de que la mayoría de catalanes quieren la independencia: "No hay posibilidad de tener éxito en este proceso sin una negociación". Apuntó incluso a la ONU.