Moncloa amortiza a Junqueras y Puigdemont como interlocutores tras el 1-O

El Palacio de Moncloa da por amortizados a Carles Puigdemont y Oriol Junqueras como interlocutores pasado el 1-O. El Govern -aclaró sin ambages ayer el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo- se califica por sí mismo para hacer de una apariencia de referéndum algo que no lo es. El 2 de octubre, "las personas que actúen deslealmente y se sitúen al margen de la ley tendrán que responder ante los tribunales".

O lo que es lo mismo, que tanto Puigdemont como Junqueras no son interlocutores válidos porque ninguno de los dos ha querido hablar, ninguno de los dos ha venido a las reuniones, no cumplen la ley, han pecado de deslealtad y desobediencia institucional, y en el caso concreto Puigdemont, tampoco quiso venir a las Cortes a presentar su proyecto. En definitiva, los líderes del desafío soberanista -alentado por la CUP-, los números uno y dos del Govern están amortizados para establecer un diálogo, concluye el Gobierno.

Desde el Grupo Popular se considera que el actual presidente está calcinado políticamente hablando. "Está de salida, y parece dispuesto a acabar como un mártir e incluso a subirse a un balcón y proclamar la independencia". Sin embargo -distinguen los populares de la Carrera de San Jerónimo-, "Junqueras está culebreando para no caer en ilegalidades y ponerse al frente de ERC, sabiendo que tiene muchas posibilidades de ser el próximo president de la Generalitat", según las encuestas publicadas hasta la fecha. Sin embargo, recalcan desde el Congreso, la lista de interlocutores con la Generalitat puede correr. "Hay otros candidatos", dice el PP, "caras nuevas", sugiere Moncloa.