El economista Joseph Stiglit insiste en la viabilidad de la secesión Cataluña se mira y le gustaría verse reflejada en Escocia. El referéndum que acordó el Partido Nacional Escocés con el gobierno conservador de David Cameron forma parte del argumentario independentista catalán. Su líder, Nicola Sturgeon ,ha dado cobertura al nervio nacionalista en Barcelona, el cual "no puede ser ignorado". Pero antes de que se convirtiera en modelo para nacionalistas en la era de emoción e identidades, Escocia también fue motor de la ilustración en Europa. Aunque en este caso era la razón la que se abría paso a codazos entre la religión y la costumbre, dando alas a la filosofía moral y la economía moderna. La casa de Adam Smith and David Hume. Con la idea de reclamar al verdadero Smith, al pensador omnívoro que pensaba en un hombre multidimensional (luego malinterpretado en el homo economicus), el Instituto del Nuevo Pensamiento Económico (INET, por sus siglas en inglés), que cae bajo el abrigo filantrópico de George Soros, trajo hasta Edimburgo su conferencia anual. El objetivo es continuar construyendo una narrativa económica que, si no supere, al menos saque a relucir las contradicciones de la tiranía del mercado. Joseph Stiglitz carga constantemente contra este cocktail de desregulación y austeridad. El premio Nobel también se ha convertido en uno de las voces más autorizadas en defender que una Cataluña independiente conseguiría ser una economía viable. A pesar de la fuga de más de un millar de empresas, la tajada al PIB que se espera, y la tenaza mortal de desgarrarse de España, salir de la Unión Europea (UE) y abandonar la unión monetaria, el economista americano mantiene su tesis. Un verdadero problema En conversación con ElEconomista, el profesor de Columbia pone el foco en la UE para marcar el triunfo o fracaso de Cataluña. Y le resulta "difícil" creer que una Cataluña independiente no sería aceptada por el bloque comunitario. "Así que la pregunta es cuán rápido se haría, la rapidez de las negociaciones". La velocidad resulta crucial, porque la clave será "el tamaño del shock económico y cuánto duraría", añade. Pero su optimismo choca de frente con la realidad. Ni España ni el resto de socios europeos aceptarían una Cataluña que toma la independencia por asalto, ya que se convertiría en un peligroso precedente. Además, el nuevo país traería debajo del brazo un shock económico que asfixiaría a la nueva república. "Estos son temas políticos muy complicados que Europa tendrá que resolver", dice Stiglitz para escapar del portazo a la entrada de los socios comunitarios. Pero incluso en el peor de los escenarios mantiene su optimismo, porque "Europa ha encontrado arreglos institucionales con países que no forman parte de la UE para comerciar". Y ya se sabe bien cual es el mantra: el comercio es bueno para todo el mundo. Y este beneficio económico podría terminar por ablandar la resistencia política. La identidad nacional Pero Adair Turner se muestra más escéptico al reflexionar sobre la política de puertas abiertas de la UE frente a estos nuevos estados independientes. "Existe un verdadero problema con Cataluña, porque incluso si la única manera de ser independiente de una manera sensata es pertenecer a la UE, el bloque no quiere que suceda porque le complica la vida", dice el antiguo presidente de la Autoridad de Servicios Financieros del Reino Unido a este diario. Apunta que la UE no sabría como tratar con estos nuevos micro-estados, por lo que podrían terminar a la intemperie. Turner, escocés, es descrito como un todoterreno que alterna un sinfín de cargos, incluida la presidente del INET, y defensor de ideas como que los bancos centrales den dinero directamente a los ciudadanos (helicopter money). Él "entiende la motivación" tanto de los catalanes como de sus compatriotas que buscan la independencia, incluso a pesar de que el coste económico, amplificado por esa salida de la UE. Apunta que, en las sociedades modernas, la economía no representa la única preocupación de la población. La identidad nacional o regional juega un papel importante. Una fuerza que ha crecido en los últimos años, porque "cuanto más formamos parte de un mundo globalizado más buscas una identificación local". Pero insiste en que sería una "locura" querer independizarse y quedarse fuera de la UE. Por eso, recuerda que tanto el SNP como los independentistas catalanes defienden la permanencia en la UE. A pesar de la agitación de las últimas semanas entre Madrid y Barcelona, Turner también quiere mantener el optimismo. "Espero que se encuentre un manera totalmente pacífica y razonable de lograr la cuadratura del círculo, a través de la transferencia de competencias, no lo sé ahora mismo".