En Guayaquil los seguidores de Correa lo compararon con la espada de Bolívar

En la sede de la Gobernación de la provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, esperó Correa el fin de la jornada del referendo y allí se reunieron sus seguidores con banderas verdes, color que identifica al movimiento Alianza País, del presidente.

Canciones como "El pueblo unido jamás será vencido", entonadas por los seguidores de Correa se repetían en la sede de la Gobernación, mientras en el Malecón decenas de simpatizantes empezaron a llegar con algún instintivo del Alianza País.

"Es hora del cambio" decía entre sollozos una mujer, con su hijo de dos años en brazos, mientras su esposo le invitaba a cantar.

Cada vez que las televisiones confirmaban los resultados de los sondeos a pie de urna, se repetían los aplausos.

"Bravo, bravo", "Correa amigo el pueblo está contigo" repetían los simpatizantes.

No se olvidaron del alcalde de la ciudad, Jaime Nebot, el principal opositor a la nueva Constitución, al gritar "que se vaya, que se vaya".

Según los sondeos, el "sí", sin llegar al 50 por ciento, ganó en Guayaquil, pero la oposición resalta que unidos el "no", el voto nulo, y el blanco, el "sí" perdió en esa ciudad.

Correa, en una tarima, encabezó las celebraciones, quien en las afueras de la Gobernación, junto a sus colaboradores más cercanos, recibía los datos oficiosos del resultado del referendo a través de las cadenas de televisión.

Poco antes de las cinco de la tarde, cuando finalizaba la jornada de votación, se le escuchó a Correa indicar a los técnicos: "arreglen ese plasma, que no veo nada, falta como ocho minutos".

En minutos apareció la imagen y empezaron a revelar las cifras en las que confirmaron que el proyecto de Constitución fue aprobado con el 70 por ciento de votos a nivel nacional.

El jefe de estado no dejó de sonreír y abrazarse con sus colaboradores, mientras las decenas de simpatizantes no dejaban de aplaudir al jefe de Estado, cuando los sondeos revelaron que entre un 66 y un 70 por ciento de los votos emitidos en todo el país, eran a favor del "sí".

Los festejos, después de la intervención de Correa ante sus seguidores, se desplazaron al Malecón de Guayaquil, en donde sus simpatizantes, después de las lágrimas y los abrazos, festejaron con bailes populares.