Política
Ares denuncia que el tripartito no lleve a EHAK a los actos por la consulta
El portavoz socialista ha opinado que los promotores de esos actos de "sobreactuación", PNV, EA, EB y Aralar, "seguramente no han invitado" a los representantes de EHAK, "porque no les gusta su compañía en la foto".
Sin embargo, ha dicho, "la sociedad sabe que el Gobierno Vasco no sólo buscó los votos de Aralar, sino que también pidió los de los radicales abertzales, los votos de la vergüenza de quienes representan la justificación y el amparo de la violencia terrorista" para sacar adelante ese proyecto de Ley.
Según Ares, "ahora nos explicamos algunas cosas" que carecían de sentido hace unos meses, como la posición del PNV ante el debate de las mociones presentadas en los ayuntamientos donde gobernaba ANV, ya que "no podía ofender a los radicales abertzales cuando, en realidad, iban a necesitar sus votos" para la consulta.
Esa fue "la prueba más clara de la vuelta a las andadas de Ibarretxe en la búsqueda de la acumulación de fuerzas nacionalistas, como ya hizo en el pasado" y es que, según ha añadido, el objetivo de la consulta, "no es lograr la paz, sino movilizar a todo el electorado nacionalista", pero, "habrá que esperar para ver cómo reacciona" el electorado de la izquierda abertzale tras la previsible ilegalización de ANV y EHAK.
Ha rechazado que el resultado de una hipotética consulta pueda orientar la actividad de las instituciones vascas, como propuso el presidente del PNV, Iñigo Urkullu. "Si el PNV está desorientado, que se compre una brújula", le ha recomendado.
Convencido de que "hay una corriente de fondo en la sociedad vasca que quiere que se produzca la alternancia" en la Lehendakaritza, Ares cree que el año que viene, "sean cuando sean las elecciones, es posible que los socialistas seamos la primera fuerza política en el Parlamento" y que "logremos un amplio apoyo social para gobernar".
Entonces, ha destacado, "los socialistas vascos tendremos no sólo la fuerza, sino también el mejor equipo para afrontar el reto del cambio".
Pero, si fueran necesarios pactos postelectorales, el PSE demandará que "el lehendakari sea socialista" y cualquier acuerdo de gobierno "se hará en base al compromiso del programa presentado a los ciudadanos, sobre un proyecto autonomista, progresista y vasquista, que fije el rumbo de una nueva etapa para Euskadi", ha sentenciado.
Un gobierno en manos del PSE-EE liderará "una profunda reforma en nuestro sistema educativo, basada en la educación en valores y sobre unos modelos lingüísticos que reflejen la realidad socio lingüística vasca, pero reforzando además la enseñanza del inglés, y otra importante reforma en el sistema sanitario para mejorar la calidad de los servicios y la atención médica", entre otros proyectos "para modernizar el país".
Así, "decimos claramente que buscamos construir nuestro futuro reforzando nuestro autogobierno dentro de España y de Europa, no como otros, que no acaban de decir abiertamente lo que quieren", ha dicho para denunciar que "el único que habla claro" dentro del tripartito es el presidente de EA, cuando "abiertamente dice que su objetivo es la independencia".
Las discrepancias surgidas en el seno del Gobierno Vasco en cuanto a los modelos lingüísticos de enseñanza "evidenciaron que las tres formaciones no están de acuerdo en nada, más que en la defensa de la consulta", ya que tampoco lo estuvieron respecto a la Ley municipal o la "Y" vasca, y por ello, ha dicho, "parecen una UTE de partidos, creada con ese único objetivo soberanista".