Política
Los grupos condicionan su apoyo al PGE al modelo de financiación y al gasto social
Frente a las dificultades que, hoy por hoy, tiene el PSOE para lograr los siete votos que necesita para aprobar las cuentas públicas en el Congreso, el consenso ha sido la nota predominante en la política antiterrorista y en la renovación de los órganos judiciales acordada la semana pasada con el PP.
Al término de las siete entrevistas consecutivas de Zapatero con CiU, PNV, IU-ICV, CC, BNG, UPyD y NaBai, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha mostrado la satisfacción del Ejecutivo por la unidad de los demócratas frente al terrorismo y por el respaldo a la modernización de la justicia.
Según de la Vega, a pesar de las condiciones de los grupos parlamentarios para apoyar los presupuestos, Zapatero está convencido de que logrará sacarlos adelante en el Parlamento y también de que logrará el consenso en torno al nuevo MODELO (XGMD.MC)de financiación autonómica.
Tras dejar claro que, para el Gobierno, son dos negociaciones "con recorridos diferentes", la vicepresidenta ha garantizado que los presupuestos mantendrán el gasto social -"a pesar de que tendrán que ajustarse a la situación económica"- y buscarán cambiar el modelo de desarrollo, con inversiones en infraestructuras, I+D+i y formación profesional.
El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, ha advertido al presidente de que su grupo no respaldará los presupuestos si no recogen un nuevo modelo de financiación autonómica que respete el Estatut, y ha invitado al PSC a imitar su posición.
El PNV, sin embargo, no ha puesto condiciones, pero su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, ha apuntado que el desacuerdo político derivado del recurso del Gobierno contra la consulta popular vasca complicará posibles acuerdos parlamentarios.
Erkoreka ha intentado sin éxito que el Gobierno renuncie a la suspensión del referéndum acordada por el Tribunal Constitucional a petición del Ejecutivo.
Más explícitos en el "no" a los presupuestos, por el momento, han sido Gaspar Llamazares (IU) y Joan Herrera (ICV), quienes han rechazado unas cuentas de "ajuste" que, según han interpretado tras hablar con Zapatero, crecerán menos que la inflación y no garantizarán el gasto social.
Como CiU, Herrera ha insistido en que será "imposible" apoyar los presupuestos sin un acuerdo de financiación autonómica.
IU-ICV ha llegado a apostar por unos presupuestos que incurran en déficit si ello evita que los sectores más desfavorecidos paguen "el pato" de la crisis, una idea que también ha respaldado el portavoz del BNG, Francisco Jorquera.
El voto gallego dependerá además de las inversiones en las infraestructuras en Galicia, una tesis respaldada también por la portavoz de CC, Ana Oramas, quien ha avanzado que su apoyo a las cuentas de 2009 es "difícil" aunque "no imposible", siempre y cuando satisfagan a Canarias.
A su juicio, es además "fundamental" que se cierre un acuerdo en financiación autonómica favorable a los intereses de los isleños.
El otro gran asunto que ha ocupado las reuniones de Zapatero ha sido la lucha contra el terrorismo, en la cual el presidente ha recabado el respaldo, prácticamente incondicional, de los grupos a su pacto de la semana pasada con el líder del PP, Mariano Rajoy.
Incluso el peneuvista Josu Erkoreka ha manifestado que no ve objeciones a este pacto no escrito -con más apoyo a las víctimas, unidad política frente a ETA y mantenimiento de la presión policial- porque tras conversar con Zapatero entiende que el acuerdo no excluye un "fin dialogado" si ETA reconoce su derrota.
Sólo Uxue Barkos, de Nafarroa Bai, ha mostrado su "perplejidad" ante un acuerdo basado en puntos "vagos y genéricos", ya que cuando ETA está activa lo único que se puede hacer es perseguir a los terroristas.