Política

El PSOE de Pedro Sánchez recupera a Felipe González para hacer campaña

    Sánchez, González y Zapatero en la conferencia del domingo. <i>Imagen: EFE</I>

    Mario Becedas

    Cuando llegan las citas electorales, raro es el partido que no echa mano de sus 'viejas glorias' para concitar a sus fieles y proyectar una imagen de unidad a la vez que se rememoran antiguos laureles y éxitos. La contrapartida está en los predecesores que no acabaron bien su gestión y que pueden suponer una merma a la imagen del partido. En este último caso, se les deja en una segunda discreta línea para que no enturbian la campaña o la precampaña.

    Se trata ésta de una hipótesis que se está confirmando a cada semana que transcurre en el PSOE de 2015. El partido liderado por Pedro Sánchez está rescatando la figura del expresidente Felipe González a la vez que deja en un segundo plano la de José Luis Rodríguez Zapatero. En los últimos actos del partido se ha podido ver cómo Sánchez ha contado con González para darle a su proyecto político una pátina de experiencia y aplomo en el poder.

    Si el pasado febrero Sánchez elegía a González como acompañante y ponente de honor en la cumbre de líderes socialistas europeos celebrada  en Madrid, ayer domingo, en la conferencia municipal organizada por el PSOE, el actual secretario general dio la palabra a González, quien aprovechó la coyuntura para pedir un cierre de filas en torno al propio Sánchez. Un mensaje también destinado a aquellos que sitúan a Susana Díaz como aspirante a todo dentro del partido.

    Este nuevo encumbramiento de González como figura política de referencia en el PSOE se está produciendo en menoscabo de Zapatero. Un ejemplo se vio en la conferencia municipal de ayer, donde el expresidente, si bien compartió asiento y aplausos con Sánchez y González, no tuvo la ocasión de intervenir, pese a que reconoció que le habría "encantado" hacerlo.

    Según la crónica que registraba la agencia de EFE de la conferencia de ayer domingo, se acusó la "falta de protagonismo" de Zapatero y fue notorio el aplauso "sin demasiado entusiasmo" de Sánchez al expresidente cuando se glosaron sus logros en materia antiterrorista y en igualdad. Todo lo contrario que González, que se llevó toda clase de alabanzas, como se reflejó en las palabras de Ángel Gabilondo, candidato a la Comunidad de Madrid: "Nuestro querido Felipe, siempre querido y siempre Felipe".

    Desavenencias

    Además de la asociación, todavía reciente por el tiempo transcurrido, que hace el electorado entre Zapatero y su cuestionada gestión de la crisis económica, el otro motivo por el que el expresidente estaría ocupando un segundo plano radicaría en las desavenencias que hasta ahora ha mantenido con Pedro Sánchez.

    Si primero el actual secretario general del PSOE criticó la modificación del artículo 135 de la Constitución ideada por Zapatero y que él mismo votó en el Congreso, después ha sido el expresidente el que ha expresado sus diferencias con Sánchez, por ejemplo, ensalzando la figura de Susana Díaz como líder política dentro del PSOE.

    A resolver estas diferencias tampoco ayudó la noticia de que Zapatero, con la mediación de José Bono, mantuvo el diciembre pasado una cena informal con los los líderes de Podemos Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Un encuentro del que no se informó a Sánchez y cuyo conocimiento generó un constatado malestar en la actual dirección socialista.

    Fue significativo que, al poco de conocerse estos hechos, Zapatero y Sánchez coincidieron en un acto y, pese a la insistencia de los periodistas, no quisieron estrecharse la mano ante los reporteros gráficos. Si bien, ya en el auditorio del acto ambos se abrazaron, aunque manifestando Sánchez un semblante serio.

    Según avance la campaña de las autonómicas y municipales y, sobre todo, según el PSOE se adentre en la siempre megalómana campaña para las elecciones generales, se podrá constatar si esta hipótesis cobra más fuerza.