Política

Griñán niega haber participado en el fraude de ayudas públicas andaluzas

    Griñan, ayer acudiendo al Supremo. <i>Imagen: EFE</i>

    José María Camacho

    El expresidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, negó ayer ante el juez Jorge Alberto Barreiro haber participado en el fraude de las ayudas públicas denunciado en el caso de los EREs.

    El senador socialista, que declaró durante cuatro horas en el Tribunal Supremo, trasladó esas presuntas irregularidades a otros departamentos, entre ellos Empleo, cuyo consejero era su compañero de partido, José Antonio Viera, quien también ha declarado esta semana ante el magistrado. Viera atribuyó la responsabilidad penal a sus subordinados.

    Griñán afirmó que la Consejería de Economía que dirigía en aquella época no fue alertada, ni recibió informes de la Intervención General de la Junta. En todo caso, subrayó que esos informes tendrían que haber ido a parar a la Consejería de Empleo, quien envió el dinero al Instituto de Fomento de Andalucía, encargado de abonar las ayudas. No obstante, el alto cargo defendió el sistema de transferencias utilizado por la Junta.

    Tras declarar ante el juez, Griñán reconoció a los periodistas que esperaban en la puerta del Tribunal Supremo que algunos controles pudieron fallar. "No creo que hubiera un gran plan, pero sí un gran fraude", apuntó. El expresidente y exconsejero andaluz señaló que el presupuesto fue correcto y las transferencias legales, aunque admitió que más tarde se hicieron cambios que afectaron a la ejecución de los pagos. De este modo, apuntaba al exdirector general de empleo, Francisco Javier Guerrero, uno de los "cabecillas" de la trama. Por último, explicó que dimitió como presidente para no perjudicar la imagen del Gobierno andaluz ni del partido socialista, al tiempo que recordó que la Junta abrió una investigación cuando tuvo conocimiento de estas irregularidades.

    La petición de dimisión de Griñán y Chaves fue reclamada por la mayoría de los grupos parlamentarios andaluces. Ciudadanos y Podemos condicionaron su apoyo a Díaz a cambio de la dimisión de los expresidentes. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, igual que Alberto Garzón, de IU, exigió al PSOE los ceses de Chaves y Griñán como aforados por "dignidad política". Iglesias afirmó que los expresidentes tienen una responsabilidad política con la corrupción en Andalucía, por lo que su formación política no apoyará la investidura si no dejan sus escaños.

    Garzón acusó al PSOE y al PP de ser un obstáculo para aclarar los hechos y recordó que IU propuso una comisión de investigación en el Parlamento, rechazada por el PP.