Política
Un soldado israelí se suicida durante la despedida de Sarkozy
El disparo sonó a unos doscientos metros del avión que debían tomar Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, por lo que sus guardaespaldas se apresuraron a introducirles en el aparato, según muestran las imágenes de televisión.
El presidente francés y su mujer resultaron ilesos en el incidente, lo mismo que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, que fue rodeado inmediatamente por agentes de seguridad e introducido en su automóvil.
El revuelo fue causado por un policía de fronteras israelí, que, según la organización de voluntarios Zaka, se suicidó, aunque fuentes policiales no descartan que se tratara de un accidente.
Cuando el incidente fue aclarado, los guardaespaldas permitieron a Olmert y al presidente israelí, Simón Peres, subir al avión para despedir personalmente a Sarkozy, que ponía así fin a una visita de tres días que transcurrió casi por completo en Israel.
El jefe de Estado francés hizo hoy su única incursión en territorio palestino, al desplazarse unas horas a la ciudad cisjordana de Belén para entrevistarse con su homólogo palestino, Mahmud Abás.
En la rueda de prensa posterior al encuentro, Sarkozy abogó por el fin de la ocupación israelí de Jerusalén Este, donde los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro Estado, informan medios locales.
Jerusalén es santa para judíos, cristianos y musulmanes, dijo el presidente francés antes de preguntarse: "¿Puede ser controlada únicamente por una parte?" y responder: "No lo creo".
Sarkozy se refirió también al muro que Israel construye en Cisjordania, y añadió que no traería seguridad a los israelíes para siempre.
"Israel debe garantizar su seguridad por medio de un acuerdo de paz con gente que cree en la paz, como el presidente palestino. Está claro que el mejor camino para la paz es por medio de un acuerdo diplomático", afirmó el inquilino del Palacio del Elíseo.
Durante el encuentro previo, Sarkozy y Abás firmaron un acuerdo por valor de veintiún millones de dólares (13,6 millones de euros) para la creación de un parque industrial en Cisjordania.
Posteriormente, el presidente francés y su mujer visitaron la Iglesia de la Natividad, donde la tradición cristiana sitúa el nacimiento de Jesús.
Esta mañana, horas antes de visitar Belén, Sarkozy se entrevistó con el líder de la oposición israelí, el ex primer ministro Benjamín Netanyahu, quien advirtió a Sarkozy de que "Jerusalén nunca será dividida".
Netanyahu, uno de los claros favoritos en unas eventuales elecciones anticipadas en Israel, respondía así al discurso de ayer de Sarkozy en el Parlamento, en el que afirmó que la parte este de la ciudad santa debería ser la capital del futuro Estado palestino.
Después, el dirigente francés acompañó a Peres en la presentación del Renault Megane eléctrico y a una conferencia económica de empresarios de ambos países.
En este último acto, Sarkozy empleó un tono más entusiasta con Israel de lo que lo hizo en Belén con Abás.
"En nombre de Francia, quiero declarar nuestro amor por Israel. ¡Os amamos!", dijo a la audiencia Sarkozy, según aparece citado en un comunicado de la oficina de Peres.
Después, animó a los israelíes a sentirse "orgullosos" de lo "logrado en los últimos sesenta años", es decir, desde la creación de su Estado.