Política
El Congreso dice "sí" al Rey y a la normalidad constitucional
Con el respaldo del 85,4% de los diputados, el Congreso ratificó ayer la ley orgánica de Abdicación del Rey Juan Carlos I, en un debate en el que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se esforzó en resaltar la normalidad del proceso y la continuidad de las instituciones "como un síntoma de estabilidad y madurez democrática". Mientras, el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, certificaba la "fidelidad" del PSOE al consenso constitucional, manteniendo su "preferencia republicana" pero sintiéndose "compatibles con la monarquía parlamentaria". El pleno del Congreso aprueba la ley de abdicación del Rey con 299 votos a favor, 19 en contra y 23 abstenciones
Como se esperaba fueron 299 los votos favorables a la Ley, emitidos por los diputados del PP, PSOE, UPyD, Foro Asturias y UPN; frente a 19 en contra (Izquierda Plural y minorías del grupo Mixto), además de las 23 abstenciones de CiU, PNV, Coalición Canaria y el diputado socialista Odón Elorza que, como estaba anunciado, rompió la disciplina de partido y se sumo al voto abstencionista.
El diputado balear Guillem García Gasulla, que había pedido libertad de voto junto a Elorza, optó por ausentarse de la votación, mientras que el tercero de los diputados díscolas, el alicantino Federico Buyolo, votó a favor del texto.
El Texto aprobado, tras ser rechazadas previamente las cinco enmiendas de devolución, pasa ahora al Senado, donde será tramitado por el sistema de lectura única y aprobado el próximo martes.
En un debate sin réplicas, pero intenso, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy se encargó de recordar que la ley de Abdicación no revisa el modelo político del Estado previsto en la Constitución, sino que se limita a ratificar la voluntad del Rey de dejar la Jefatura del Estado, por lo que instó a los grupos parlamentarios al acuerdo en una jornada "en la que carecen de transcendencia las discrepancias".
El jefe del Gobierno insistió tanto en la transcendencia del acto parlamentario de ayer como en la "normalidad" con la que se produce, lo que demuestra, a su juicio "la madurez de la democracia española" para seguir las reglas que se ha dado a sí misma en la Constitución.
En la misma línea, Rubalcaba ofreció el "respeto y lealtad" de su partido al futuro reinado de Felipe VI, para el que pidió abrir "un tiempo nuevo" con "reformas pactadas y consensuadas" de la Constitución que permitan resolver la triple crisis -social, institucional y territorial- que atraviesa el país.
El todavía secretario general del PSOE insistió también en que su Grupo iba a apoyar el texto legal porque se trata de "cumplir con la Constitución" que los socialistas ayudaron a crear y de cumplir la ley, que "es una obligación ineludible, insoslayable del Congreso de los Diputados en un Estado de Derecho".
Una abstención de apoyo a la Corona
En el colectivo de las abstenciones, especial interés tuvo la explicación del portavoz de Convergencia i Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, quien se encargó de explicar que el voto de su grupo "no es una abstención a una institución concreta y menos a una persona, que quede claro". Al contrario Durán justificó su abstención por que "ustedes, las fuerzas mayoritarias de esta Cámara" en alusión al Gobierno y al PSOE, "llevan tiempo excluyéndonos" de la historia de España.