Política

Tensión, nervios y "cabreo"... el 'no' de Aznar rompe al PP por dos en su mayor crisis

    Aznar y Rajoy en un acto. <i>Imagen: Archivo</i>


    El 'no' de Aznar a su presencia en la Convención que el PP celebrará el próximo viernes en Valladolid tiene una lectura política que excede a un simple titular. Medios, militantes y políticos de la formación liderada hoy por Mariano Rajoy entienden que es la respuesta a aquel plante que el expresidente del Gobierno recibió por la presentación del segundo tomo de sus Memorias. Ya, en su momento, Aznar dijo que si Génova 13 había querido escenificar una ruptura, él "tomaría nota". Además, apunta a EcoDiario.es un dirigente popular próximo al expresidente, "si Aznar va a Valladolid lo recibirían a grito de presidente, y eso sería aún peor para Rajoy... La ruptura en el PP es evidente", subraya.

    En el PP se respira la tensión. El 'no' de Aznar es para muchos la puntilla que necesitaba Rajoy esta semana en la que se ha conocido la marcha de Alejo Vidal-Quadras, la negativa de Mayor Oreja -a quien algunos ven en el Vaticano- a encabezar las listas del PP a la UE para evitar confrontarse con el exfuncionario de prisiones y víctima de ETA, José Luis Ortega Lara. Todo eso sin contar la presentación de un nuevo partido, Vox, una formación que concurre con un ideario a imagen y semejanza del PP de los tiempos de Aznar.

    Un enfado monumental

    Dicen que el presidente José María Aznar está enfadado. Lo ha dicho él mismo con ocasión de la política antiterrorista del Gobierno Rajoy. "Estoy preocupado cuando Bolinaga está en la calle y Ortega Lara fuera del PP". Los mentideros apuntan incluso a un enfado mayor. "Aznar podría abandonar la presidencia de honor del partido", lo que conllevaría una ruptura en toda regla con las siglas fundadas por él y que llevaron a la agrupación de todas las formaciones de derecha y centro, fenómeno contrario al que está sucediendo. El País, por su parte, mantiene que la cúpula del PP descarta una escisión.

    Vanidad o no del expresidente aparte, frente a este lienzo de tensiones, las voces oficiales del partido tratan de mitigar las posiciones públicas de los históricos pata negra, molestos no solo con la política antiterrorista, si no también con su política fiscal o con la respuesta a los desafíos soberanistas de Artur Mas, entre otros asuntos de interés nacional. Para contrarrestar esta corriente, ayer, la diputada y vicepresidenta de la Mesa del Congreso, Celia Villalobos, tiró por tierra la ausencia de Aznar con un frase con tono vehemente: "A Aznar ya le tengo muy escuchado".

    Aznar a coro de presidente

    La cuestión es que el 'no' de Aznar, de quien Génova 13 asegura cursó invitación hace tiempo, e incluso tenía previsto que interviniera en la Convención, se produce "en uno de los peores momentos del partido". "La negativa de Oreja ha sido un palo, pero el 'no' de Aznar por cuestiones de agenda internacional ha sido un mazazo que dibuja la ruptura que hay en el PP entre unos y otros, una ruptura que sería muy plástica si finalmente el expresidente acudiera a Valladolid, por que en Castilla y León hay mucho malestar con Rajoy, y a Aznar se le venera, y los ánimos allí está muy caldeados", apostilla un destacado miembro de la Ejecutiva Nacional del PP.

    En este escenario de aguas turbulentas, ayer se conocían las declaraciones de María San Gil, donde la exdirigente del PP vasco acusaba a la dirección de "consentir la pesadilla" que vive el País Vasco. Una voz discrepante en sintonía con los argumentos dados por Santiago Abascal para justificar su marcha del PP y la creación de Vox, anunciando que su partida no era la única, pues ya vendrían más en los sucesivo.| Sémper cree "profundamente injustas" las críticas de San Gil: "Mañana puede decir que apretamos el gatillo"

    Solo un buen un candidato a las europeas podría "apagar el fuego" que hay en el PP. "Un candidato de consenso capaz de conciliar la paz entre las dos familias", mantiene una fuente consultada. Pero Rajoy "se demora mucho y el tiempo corre en contra suya". "Veamos como se da lo Valladolid; en el PP hay mucho cabreo, mucho desconcierto. A lo mejor estamos ante la crónica de una muerte anunciada, la del comienzo del fin de Rajoy... A este paso -comenta en tono de broma-,  el PP no llega ni a las municipales".