Política
Zapatero, sobre Aznar: "No saldrá de mi boca cualquier cosa que perjudique a Rajoy"
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero ha optado por no pronunciarse sobre la última entrevista concedida por Aznar, donde este pone el acento en la necesidad de ejercer la mayoría absoluta que concedieron al Partido Popular las urnas. Al respecto, ha precisado: "No saldrá de mi boca cualquier cosa que perjudique a Rajoy... Yo prefiero mantener el máximo silencio".
El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha afirmado este viernes que de su boca no saldrá ninguna crítica a la gestión del actual presidente, Mariano Rajoy, que de alguna forma pudiera perjudicar a España.
La voz del presidente
En una entrevista en Rne, presentado por Luis del Olmo, aseguró que todos los presidentes y expresidentes merecen "respeto" aunque cada cual interprete la posición que le corresponde como tal. "La mía, entiendo que debe ser de máximo silencio posible, ayudar al país en todo lo que pueda", y por eso "no se me escuchará una crítica a Rajoy".
"Cualquier cosa que pueda decir -ha continuado-, que de una u otra manera perjudique a España no saldrá de mi boca", aseguró, porque la voz de un expresidente "siempre tiene repercusión".
La desaparición del PSOE
Se refirió así al ser preguntado por las recientes críticas de José María Aznar al Gobierno de Mariano Rajoy, y también por su advertencia de que el PSOE está "desapareciendo". Aznar, aseguró Zapatero, "nunca ha tenido gran simpatía por el PSOE", pero "sabe muy bien" que ha sido una fuerza política "decisiva" en democracia y que sigue mereciendo "gran respeto" por representar a siete millones de votantes.
Sobre su gestión, explicó que las decisiones se toman en función de los datos que se tienen en cada momento, y hay cosas que dependen únicamente de "voluntad", como la legislación sobre igualdad o la retirada de tropas de Iraq, y otras de una gestión enfocada según "la apreciación de cómo están las cosas".
Reconoció, en ese sentido, que tardó en admitir la magnitud de la crisis económica y entiende las críticas por ello, aunque los datos no apuntaban "tanta intensidad" como luego se constató. Apuntó, además, que esa tardanza "no afectó" al desarrollo posterior de los acontecimientos y que su primera reacción de impulso del gasto público fue acorde con la decisión de todos los demás países de la Unión Europea y del G20 en aquel momento.
Reconoció también que "a lo mejor" no volvería a sentarse al paso de la bandera estadounidense en un desfile, aunque insistió en la interpretación "algo exagerada" de lo que él consideró un gesto hacia todos los países que habían intervenido en Iraq, no solo Estados Unidos. En todo caso, aseguró que su prioridad ahora no es "defender" su gestión, en la que el objetivo era evitar el rescate de España y garantizar la cohesión social, sino "ayudar" a superar la crisis, un objetivo en el que se siente "tan comprometido como el que más".
El libro de Zapatero
A la canciller alemana, Angela Merkel, la definió como "firme, directa y clara", siempre "muy cortés y muy amable" en el trato personal, y con la que tiene varias vivencias que relatará en el libro de memorias que publicará en otoño. En ese libro contará el fondo de una conversación con ella en la que le hizo una pregunta "muy directa" y a la que debía dar una respuesta "cerrada" en apenas unos segundos. "Creo que es el 'no' más alto que me ha salido en mi vida", explicó, y ella respondió con un "gesto de cercanía" como reconociendo que tenía que hacerle esa pregunta pese a comprender la respuesta negativa.
Con el actual secretario general de su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que tiene -muy buena relación- igual que en la etapa en la que trabajaron juntos en el Gobierno con la "intenisdad enorme" de la lucha contra ETA y el logro del final de la violencia. Cree que como político "tiene todas las condiciones, es inteligente y conocedor de los problemas del país" y en el futuro le desea "todo lo mejor".
Se mostró comprensivo con Rubalcaba y con Rajoy por entender que en estos momentos "no es fácil" subir a la tribuna y "acertar en el discurso, trasladar confianza y responsabilidad", y por eso cree que "lo mejor que podría pasarle a este país" es que se llegara a un gran pacto contra la crisis como el que ha propuesto el PSOE.
Sobre Cataluña, cree que la deriva soberanista "no va a ir a ningún sitio", entre otras cosas porque los dirigentes de CiU "no son independentistas" y el propio Artur Mas es "un político con estatura, con formación, europeo", que sabe muy bien que la evolución de Europa va "en una dirección que no tiene nada que ver" con la que él pretende, y que la independencia de Cataluña sería "una distorsión histórica".
Cree, en esa línea, que el derecho a decidir "no forma parte" del sentido constitucional de España y subrayó el papel "de equilibrio, de integración" que ha jugado siempre el PSC y que sigue "llamado a jugar".