Política

Las discrepancias en los partidos catalanes por la declaración soberanista tambalean los planes de CiU y ERC

    Artur Mas y Oriol Junqueras en el Parlament.


    Las prisas de CiU y ERC por poner en marcha cuanto antes el proceso secesionista en Cataluña, que incluye un referéndum sobre la independencia de la comunidad autónoma, podrían costar un alto precio a sus dirigentes, que previsiblemente se verán obligados  a conseguir un mayor respaldo político para el texto soberanista.

    Tras entregar a los grupos afines en el Parlament un texto soberanista de tres folios en el que se expresa la voluntad de "ejercer el derecho a decidir y hacer efectiva la constitución de Cataluña en un nuevo Estado dentro del marco de la UE", la declaración se encuentra sin apoyos. Salvo los de ERC y CiU, claro, los artífices del mismo.

    Pese a que Artur Mas había comunicado su intención de que la declaración fuese aprobada el próximo día 23, el proceso podría retrasarse debido a las divergencias que están mostrando las distintas formaciones políticas catalanas, especialmente las afines al "derecho a decidir". 

    El conflicto de la creación de un Estado

    Este domingo, la portavoz de ICV-EUiA ha asegurado que tanto CiU como ERC le han reconocido que han cometido un "error de fondo" al haber incluido en el texto inicial que el referéndum sea para hacer efectiva la constitución de un nuevo Estado, y que están dispuestos a retirarlo del texto, "porque eso presupone que la consulta sólo puede tener una única respuesta y no es defendible una predisposición de este tipo".

    "La consulta ha de ser para decidir, no para decir (a los catalanes) que la decisión ya está tomada", ha dicho Camats.

    ICV-EUiA defiende que la consulta de autodeterminación en Cataluña esté abierta a todas las opciones y no sólo a crear un nuevo Estado dentro de la UE, como han pactado CiU y ERC en su texto de declaración de soberanía, y pide que sea el Parlament, y no CiU y ERC, quien centralice el proceso.

    La propuesta de Duran

    No ha sido la única voz discordante. Sin ir más lejos, Duran i Lleida, compañero de Artur Mas en CiU, ha admitido este domingo en un artículo publicado en su blog que el proyecto de la declaración "no ha comenzado muy bien", y se desmarca igualmente de la finalidad de la consulta acerca de la construcción de un Estado catalán.

    Por el contrario, Duran apuesta por buscar un mayor consenso para el texto, que pasaría por una modificación que permitiese recabar el apoyo del PSC y de ICV, partidos que en sus programas incluyen el "derecho a decidir" del pueblo catalán.

    Duran señala que siempre ha considerado que el proceso puesto en marcha en Cataluña "está lleno de dificultades y que precisa del acuerdo de cuantas más fuerzas políticas mejor".

    "Es por ello que propongo comenzar de nuevo. Sentémonos en una misma mesa y elaboremos conjuntamente la propuesta. Que no sea de nadie en particular, sino de todos en general", señala el presidente del comité de gobierno de Unió.