Política

Las palabras malditas de Rajoy y Zapatero

    Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, en La Moncloa.


    Muchos gobiernos tienen en su haber una palabra maldita: la que no se puede pronunciar, la que se intenta esquivar, la que marca unas decisiones o aquella por la que se recuerda toda una legislatura. En ocasiones, la palabra maldita es tan potente que queda irremisiblemente ligada a un nombre propio, al del presidente del Gobierno en cuestión.

    La legislatura de Mariano Rajoy está siendo poseída por uno de estos vocablos, como ya lo fue la de su antecesor socialista, Rodríguez Zapatero. El término "rescate" está ocupando el trono que, en su día, fue la palabra "crisis".

    La bestia negra de Rodríguez Zapatero fue este último concepto. También desde el punto de vista etimológico, ya que el entonces presidente español se negó durante meses a referirse a una "crisis", eligiendo, en su lugar, el término "desaceleración", que debió de interpretar como menos amenazante.

    De hecho, el primer miembro del Gobierno en utilizar la palabra "crisis" durante la segunda legislatura de Zapatero fue Pedro Solbes, ministro de Economía. Fue en julio de 2008, y unos días después, el entonces presidente, se atrevió a utilizarla protagonizando un antes y un después: "En esta crisis, como ustedes quieren que diga, hay gente que no va a pasar ninguna dificultad", aseguraba Zapatero ante las cámaras de Antena3 el 8 de julio de 2008. "Yo no me niego a hablar de ninguna palabra, mi obligación como presidente del Gobierno es saber lo que pasa y cuáles son los problemas", se justificó. La realidad, sin embargo, daba a entender lo contrario.

    Miedo al "rescate"

    Los primeros meses de la legislatura de Mariano Rajoy, presidente 'heredero' de la compleja situación económica en España, han estado caracterizados por un peculiar baile de palabras en el que los miembros del Ejecutivo han ejercido de auténticos coreógrafos del eufemismo en los asuntos referidos a los recortes.

    Sin embargo, el concepto "rescate" parece haber sido expulsado de la corrección política de los 'populares', y el presidente se ha decantado por esquivarlo y referirse a la "ayuda a la banca", "préstamo" o "línea de crédito".

    Como ya sucediera antes de la solicitud al Eurogrupo de un fondo de liquidez para salvar la banca española, ahora un nuevo rescate para reflotar las arcas del Estado vuelve a ser negado por todos los miembros del Ejecutivo. La palabra no es pronunciada, pero a pesar de ello, sigue sin desaparecer en el número 1 del ranking de los miedos de los españoles.

    Aznar y González: entre la guerra y los GAL

    No son los únicos presidentes marcados por palabras malditas. La segunda legislatura de Aznar estuvo protagonizada por el término "guerra", debido a la decisión del Ejecutivo de sumarse a la invasión norteamericana de Irak bajo el argumento de la existencia de armas de destrucción masiva, que luego se demostró falso. El conflicto marcó al presidente Aznar, que un año más tarde pagaría esta decisión en las urnas tras el atentado yihadista contra trenes madrileños el 11M, atentado que fue relacionado con la participación española en el país árabe.

    En el caso de Felipe González, su palabra maldita respondía a tres siglas: "GAL", los Grupos Antiterroristas de Liberación, una unidad parapolicial activa entre los años 1983 y 1987, durante los primeros gobiernos del socialista. La investigación periodística y judicial demostró la resonsabilidad de la cúpula del Ministerio de Interior, que durante esos años lideraron los ministros José Barrionuevo y José Luis Corcuera.