Política

ETA condiciona la política vasca: posible empate entre PNV y la izquierda abertzale radical

    Urkullu, Basagoiti y López. <i>Foto: EFE.</i>


    ¿Nacionalistas en el próximo Gobierno vasco? Los próximos comicios autonómicos, previstos para dentro de un año, podrían reflejar un virtual empate a escaños entre el PNV y la izquierda abertzale radical. Los jeltzales de Íñigo Urkullu regresarían a Ajuria Enea, tras ganar las elecciones pero perderían entre siete y ocho escaños (recibirían un 31% de los sufragios), mientras Amaiur desplazaría al PSE-EE al tercer puesto en la Cámara vasca al conseguir entre 19 y 22 (un 25%) parlamentarios, según los datos del último Eukobarómetro, elaborado por la UPV-EHU.dical.

    Los correligionarios vascos perderían así nueve asientos, quedándose en 16 (un 18%), mientras que el PP de Antonio Basagoiti ganaría un acta más hasta los 14 (15%).

    El resto de partidos, incluido Ezker Anitza-IU, tendrán muy complicado entrar en el hemiciclo.

    El sondeo, por último, muestra que un pacto entre socialistas y populares en Euskadi no podría devolver a Patxi López a la Lehendakaritza. Así, en caso de confirmarse los datos más elevados de la horquilla, el Parlamento vasco recuperaría la mayoría nacionalista, perdida tras la ilegalización de EHAK, en septiembre de 2008. 

    El sondeo, realizada entre el 25 de noviembre y el 19 de diciembre (entre las generales del 20-N y la constitución del nuevo Gobierno de Rajoy), se realizó mediante 1.200 entrevistas.

    La sombra terrorista

    Euskadi quiere creer en el fin de ETA, después de que la banda declarase el "cese definitivo de su actividad armada".  Según otro sondeo elaborado por este mismo organismo, un 68% de los ciudadanos es optimista: por primera vez, la mayoría de la población confía en la sinceridad de la organización y de la izquierda abertzale para aceptar "las reglas de juego democrático"

    En esta tesitura, los cuatro actores principales de la política vasca miden sus tiempos. El PNV, sin ir más lejos, subraya su versión patriótica en temas como el referendo escocés pero se distancia de Bildu (y Amaiur), que le pisan los talones. Con este argumento, precisamente, Urkullu se negó a trasladar el pacto de mínimos para establecer una hoja de ruta para el fin de ETA que se suscribió en Madrid.

    Mientras tanto, la izquierda abertzale radical juega al despiste: un paso para adelante, y otro para atrás, atenazada por el miedo a que proscriban a sus bazas electorales. Desde La Moncloa, sin embargo, los mensajes contradicen ese temor: el Gobierno del PP ha dejado claro que no interesa ahora poner el tema sobre la mesa, como reclaman UPyD y las víctimas.

    Las dos mesas, el desarme de sus cuadros y, sobre todo, el futuro de los presos incardinan el discurso de este agente político, que ya ha mostrado su dolor ante las víctimas del terror pero que se niega a pedir perdón por el daño causado por los pistoleros.

    Madrid, París y Vitoria

    Aunque el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se mostró partidario del acercamiento de reos, los Gobiernos central, vasco y navarro se mueven por senderos más prudentes.

    En Madrid, el Ejecutivo y la oposición colaboran mano a mano para finiquitar el problema terrorista, enarbolando las banderas de la generosidad y de la legalidad al mismo tiempo. El partido de Génova 13, belicoso e intransigente en otras ocasiones, ha rebajado su posición, también en parte por el apoyo del grupo de Ferraz. Así, los equipos de Rajoy y de Alfredo Pérez-Rubalcaba se han puesto a trabajar.

    Sus grupos vascos, capitaneados por Antonio Basagoiti y el actual lehendakari, Patxi López, se han convertido en los catalizadores de toda la acción política, aunque ahora ya empiezan a mirar en la cita con las urnas.

    Tanto López, que presentará en breve su plan para la paz, como Basagoiti, que departe directamente con Rajoy y ya ha establecido sus líneas rojas, se debaten por tanto entre la labor de Estado y los intereses electorales. Como muestra un botón: ambos políticos se enzarzaron con crudeza en la sesión de control de este viernes.

    ¿Y las pistolas?

    Hace menos de una quincena, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ya aseguraba que los informes de Inteligencia acreditan que ETA no cometerá ningún atentado antes de las elecciones vascas de 2013 con el objetivo de no frustrar la estrategia electoral de la izquierda abertzale.

    Sin embargo, la banda sigue celebrando "citas orgánicas" al otro lado de los Pirineos y siguen las detenciones. Además, la banda del hacha y la serpiente tiene la costumbre de irrumpir en las campañas electorales, ya sean locales, autonómincas o generales. Mientras tanto, los ciudadanos esperan que este final sea ya el definitivo.