Política

El análisis: Génova se renueva sin aclarar el futuro de los jóvenes del partido



    Cospedal ha oficializado ya públicamente su continuidad ante el desagrado de varios 'barones' del partido con mando en plaza, que no ven con buenos ojos que uno/a de ellos rompa la homogeneidad y controle el partido. Entre tanto, el fantasma de las primarias planea por Génova.

    Este próximo fin de semana se celebra en Sevilla el congreso del Partido Popular, un evento que con toda probabilidad intentará publicitar la imagen de la formación gubernamental con vistas a las elecciones andaluzas del 25 de marzo, ya que en este momento, con el partido volcado en las instituciones después de las grandes victorias electorales recientes, poco hay que debatir internamente.

    Se conoce ya que Rajoy piensa mantener en la secretaría general a Dolores de Cospedal, quien compatibiliza su despacho en Génova con su despacho en Toledo de presidenta de la Comunidad castellano manchega. Y se sabe igualmente que el líder del partido le ha indicado que Soraya Sáenz de Santamaría, la número dos del Gobierno de la nación, ha de ocupar un lugar destacado en la organización. También parece seguro que Javier Arenas, candidato a la presidencia andaluza con grandes posibilidades de lograrla, será reconocido con un cargo orgánico de importancia.

    Cospedal ha oficializado ya públicamente su continuidad ante el desagrado de varios 'barones' del partido con mando en plaza, que no ven con buenos ojos que uno/a de ellos rompa la homogeneidad y controle el partido.

    No han ocultado su malestar los presidentes valenciano y murciano, Fabra y Valcárcel, quienes no han perdonado a Cospedal que en el debate sobre los grandes ejes ferroviarios estratégicos se decantara por el central, que cruzaría Castilla-La Mancha, en perjuicio del eje mediterráneo. Igualmente, en la cuestión del agua y de los hipotéticos trasvases, unos y otros tendrían también intereses divergentes. Con todo, estos políticos autonómicos no son los únicos en sentir malestar por el hecho de que Cospedal hable desde su feudo regional en nombre del partido.

    Sin maitines

    Como por otra parte parece lógico, la institución de los 'maitines' de los lunes -una especie de gobierno en la sombra- ha desaparecido y las secretarías están vacantes de hecho, con sus titulares ocupando altos cargos, salvo la del vicesecretario de Comunicación, González Pons, quien se ha lamentado irónicamente de su soledad, que es también clara postergación. En un cierto momento, pareció que estaba destinado a dirigir la retaguardia del partido, el aparato de Génova, cuando éste está volcado en las instituciones y gestionando el mayor poder que nunca tuvo partido alguno en estos treinta años de democracia, pero su destino incierto en algunas causas judiciales valencianas todavía abiertas han enfriado esta expectativa.

    Todo indica, en fin, que una nueva generación de jóvenes políticos comenzará a acceder al secretariado del partido, con vistas también a futuros relevos de altos cargos cuando llegue el momento. Este ciclo del PP puede ser largo si hay que juzgar la gran postración de su principal adversario.