Política
Varios activistas impiden un encuentro entre la Liga Árabe y la "oposición interna" siria
Según constató Efe, los militantes sirios de derechos humanos Hasán Abdeladim, Michel Kilo, Haitam Menna y Saleh Muslim, que representan a la llamada "oposición interna", no pudieron entrar en la Liga Árabe después de que los manifestantes les lanzasen huevos y piedras por considerarles afines al régimen de Bachar al Asad.
La delegación, procedente de Siria, había solicitado una reunión urgente con Al Arabi, pocos días antes de la reunión ministerial de ese organismo, prevista para el próximo sábado, en la que se debatirá la situación en Siria.
Mumen Quafatia, uno de los organizadores de la manifestación de hoy, dijo a Efe que se reunió con la delegación atacada y "en ningún momento esta se mostró a favor de congelar de la adhesión de Siria a la Liga Árabe, ni a favor del establecimiento de una zona de exclusión aérea para proteger a los civiles".
"Son traidores, comprados por dinero y hoy recibieron lo que merecen y escaparon como ratones, porque no representan al pueblo sirio sino al régimen", apuntó.
Por otra parte, el representante de la Coordinadora de la Revolución Siria en El Cairo, Ahmed Hamuda, explicó que la delegación de la oposición interna representa a partidos políticos que se no han adherido al Consejo Nacional Sirio (CNS).
El oficial del Ejército sirio Mohamed el Mahmud, que abandonó su país hace cuatro meses y cuyo tío está detenido por las fuerzas de seguridad, dijo a Efe que la delegación "no quiere acabar con el régimen" y anunció la celebración de una "gran manifestación" el sábado a las 10 de la mañana.
En un nuevo paso para intentar frenar la violencia en el país, los opositores sirios están manteniendo encuentros con los países integrantes del grupo de contacto sobre Siria de la Liga Árabe para persuadirles de que ese organismo congele la adhesión de Damasco en la reunión de esa organización, el próximo sábado.
Al menos 3.500 civiles han sido asesinados por las fuerzas gubernamentales en su intento de sofocar la revuelta, según las últimas cifras divulgadas ayer en Ginebra por Naciones Unidas.