El presidente valenciano, Alberto Fabra, atribuyó ayer al Gobierno central parte de la responsabilidad de los malos resultados del PP en Valencia. Fabra limita su remodelación de gobierno al cambio en la portavocíaFabra, que compareció para anunciar un cambio en la Portavocía de su Gobierno, manifestó que los ciudadanos "no están contentos con la relación del Gobierno con la Comunitat Valenciana", ya que, en su opinión, aunque el Ejecutivo central "ha sabido dotar instrumentos generales para las comunidades autónomas", parece que "no han sido suficientes". Según Fabra, "los ciudadanos han sabido mostrar a través del voto el descontento en cuanto a esa falta de sensibilidad del Gobierno hacia la Comunitat Valenciana". Por ello, anunció que será más reivindicativo. Como reacción a esos resultados anunció medidas en su Gobierno y en el partido. En la Generalitat, nombró portavoz a su consejera más joven, María José Català, de 33 años, una de la mejor valoradas del Ejecutivo, que ha sonado incluso como relevo de Fabra. Català mantiene la cartera de Educación y Cultura y sustituye a José Císcar, que mantiene la vicepresidencia y la Consejería de Agricultura y podrá dedicar más tiempo a la presidencia del PP alicantino, según argumentó Fabra. Donde sí anunció cambios relevantes es en el PP valenciano, aunque rehusó avanzarlos hasta hablar con los presidentes provinciales la semana próxima. Fabra evitó confirmar al secretario general, Serafín Castellano, que suena como nuevo delegado del Gobierno en Valencia.