Rajoy baraja otra segunda investidura a finales de septiembre o principios de octubre
EcoDiario.es
Rajoy y Moncloa ya tienen en su cabeza la posibilidad de que la investidura del 30 de agosto, y la previsible segunda votación del 2 de septiembre salgan con saldo negativo para el Gobierno del PP. Los populares ya tienen señalado con círculo rojo otras dos fechas en el calendario: el 25S, el día que gallegos y vascos pasarán por las urnas, o en su defecto el 2 de octubre.
Rajoy y los suyos empiezan a tener más que claro que la próxima investidura no saldrá adelante. El Partido Popular no parece que vaya a cosechar hasta el día de marras más de 169-170 escaños. En cualquier caso, votos insuficientes para la mayoría absoluta necesaria, y en el caso de que no se sumen abstenciones, también insuficiente para una mayoría relativa.
Los socialistas de Pedro Sánchez siguen empecinados en el no a Rajoy. De momento no quieren ni oír hablar de una posible abstención al dirigente gallego, aunque en el seno del PSOE haya una enorme división interna que coloca a su dirección en el punto de mira para el futuro del Partido Socialista.
Ante esta tesitura, tanto populares como Ciudadanos barajan una segunda investidura de Rajoy, en cuyo caso toma fuerza el 25S -una teoría apoyada desde La Vanguardia-, un día en el que ciudadanos de País Vasco y Galicia pasarán por las urnas. Sin embargo, esta misma fecha también se plantea como un impedimento, ya que convocar una jornada de investidura en este día supondría interferir en el desarrollo de la campaña electoral, razón por la cual la segunda de las opciones que se barajan en el calendario es la de celebrar la consabida investidura el 2 de octubre, siempre y cuando se destensen las relaciones con el Partido Socialista y de ello se pueda rascar alguna abstención.
Según el diario El País, el PSOE solo revisará su postura en otra investidura. Destaca este lunes el rotativo de Prisa, que los líderes regionales opuestos a Pedro Sánchez admiten la abstención, pero no ahora.
Entretanto, ABC remarca cómo el actual bloqueo amenaza el ritmo de la economía, al tiempo que Europa observa asombrada la incapacidad del PSOE para formar una gran coalición y teme la inestabilidad, ya que un Gobierno en funciones tiene las manos atadas para impulsar las reformas y aprobar proyectos de ley.
No en vano, una nueva investidura para Rajoy afectaría al funcionamiento del Estado que se vería obligado a retrasar los Presupuestos Generales, por lo que con toda probabilidad se prorrogarían y tampoco se aprobaría el techo de gasto como quería el Partido Popular y Ciudadanos.
En el caso de que esto ninguno de estos planteamientos fueran adelante, y si ningún candidato logra ser investido se disuelven automáticamente las Cortes y habría elecciones en Navidad.