Política

El actual lenguaje del PP: "Silencio en el comité, dimisión de Rajoy en el bar"

    Rajoy, durante la última sesión de investidura. <i>Imagen: EFE</i>

    EcoDiario.es

    La conversación de la marcha de Rajoy es "generalizada" entre los dirigentes del PP, admite a EcoDiario.es uno de ellos. Pero existe un doble lenguaje: "Silencio absoluto en los comités -nadie levanta la voz ni cuestiona el liderazgo del político gallego-, y discusiones sobre la necesidad de que Rajoy se vaya para no hundir más al Partido Popular". De momento, el expresidente de la región de Murcia, Alberto Garre, el vicepresidente de la Diputación de Alicante, Alejandro Morant, la Fundación Floridablanca, o el histórico popular Jaime Ignacio del Burgo se han atrevido a hablar.

    "Pero lo que importa es que la gente hable en el Comité Nacional: Lo que ocurre es que los que asisten a este comité tienen cargos, y nadie quiere perder su cargo... A veces a uno le entran ganas de ir al despacho de Rajoy y pedírselo... Eso sería un bombazo", admite otra fuente popular.

    Pero eso, de momento, como repetidamente argumenta Mariano Rajoy, no ha pasado. Según el diario El País, los únicos que se oponen a Rajoy son solo los aznaristas. Por ahora, el político que más hincapié ha hecho sobre esa cuestión es Albert Rivera, y como dicen desde Génova, el líder de Ciudadanos "no es del PP", o como manifiesta Santamaría, quien ayer pidió un poco de respeto a Rajoy, "especialmente" a Rivera.

    Rajoy en la diana

    El pasado viernes, en el transcurso del segundo debate de investidura de Sánchez, Rivera, conocedor de esta guerra solapada en el PP, utilizó el argumento de la marcha de Rajoy en su discurso metiendo el dedo en la llaga a la bancada azul hasta un punto en el que, si bien no hirió en el fondo, dejó tocadas a las filas populares en las formas. En el PP son numerosas las voces que coinciden en destacar que esa tarde "Rivera se equivocó".

    Esta semana, la formación naranja ha aflojado el tratamiento dispensado al Partido Popular, y ha querido empatizar con su militancia. Lo que no ha cambiado ni un ápice en la retórica Ciudadana ha sido la consigna de la salida de Rajoy. "Sin Rajoy, la cosa cambia", llegó a espetar Rivera ayer en Antena 3.

    En este devenir de especulaciones, corrillos (se ha llegado a comentar que Rivera es el tapado del PP), tácticas políticas y juegos de alianzas que basculan de arriba a abajo, el PP insiste en sentarse a hablar en una mesa con Pedro Sánchez y Albert Rivera, pero por separado. Una petición que no aún no ha encontrado la respuesta deseada, sobre todo por parte del PSOE que se cierra en banda a negociar con Rajoy, desvelando a estas alturas que no descarta un Gobierno de coalición con Ciudadanos, pero también con Podemos, e incluso tener a Iglesias de vicepresidente.

    ¿Y si Rajoy se fuera?

    Pese a ello, el PP no da por muerta cualquier vía de diálogo. Quieren una página en blanco y comenzar de cero, sin imposiciones ni acuerdos establecidos. Está por ver si esa tesitura avanza. El PSOE dice que no, pero en el PP ya hay quien piensa que, si hubiera opción de formar una gran coalición, quizás Rajoy considerara marcharse. Eso sí, reconociendo las virtudes del político -"que no toda su gestión ha sido mala y el PSOE no es ninguna hermanita de la caridad"-  poniendo al frente a una persona de altura (dentro del partido), y por qué no, a un independiente de prestigio. Se barajan nombres de exministros.

    Y al hilo de este última corriente, la de un presidente español a lo Monti, ayer el columnista político de La Vanguardia Enric Juliana dejaba este interrogante en el corolario de un artículo titulado, 'El Gran Centro da alas a Rivera, consolida a Sánchez como líder del PSOE, y puede acabar encerrando a los socialistas en una jaula': "...Si en un momento dado Rajoy opta por una retirada honrosa, ofreciendo un candidato que no desestabilice a su partido, ¿cómo escapa el PSOE del pasillo que conduce del Gran Centro a la Gran Coalición?".

    Claro que, a Rajoy, como añade más de un consultor político, le puede puede pasar como al Cid Campeador. Puede ganar una batalla incluso después de muerto.