Política

PP y PSOE agotarán el plazo legal antes de cerrar un pacto de gobierno para España

    Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. <i>Imagen: Reuters.</i>

    José María Triper, José Luis Bajo Benayas

    Permitir que Mariano Rajoy y Pedro Sánchez cumplan el trámite de someterse a investidura con casi nulas posibilidades de éxito, agotar al máximo el plazo legal de dos meses a partir de ayer, y después formalizar un acuerdo que permita un gobierno estable, pactando las reformas que se estimen necesarias.

    Esa es la hoja de ruta sobre la que en estos momentos están trabajando dirigentes de los dos partidos mayoritarios para evitar la repetición de unos comicios que ninguno quiere y una situación de inestabilidad que, todos son conscientes, podría ralentizar la incipiente recuperación económica y deteriorar nuestra imagen exterior.

    "Todo necesita su tiempo", comentaba ayer un dirigente del partido que dirige Pedro Sánchez, mientras que desde el Partido Popular uno de sus homólogos en responsabilidades insistía en que "todavía hay margen y hay tiempo", al tiempo que ambos confirmaban que "negociaciones hay y a tres bandas", incluyendo en la partida a Albert Rivera, quien ayer reiteraba su disposición a apoyar un gobierno en minoría desde la oposición.

    El propio Pedro Sánchez abría también una puerta al entendimiento cuando preguntado si jamás llegará a un acuerdo con los populares específico que "con Rajoy no". Un cambio sustancial porque hasta ayer la fórmula utilizada para definir su línea roja era "ni con Rajoy ni con el Partido Popular".

    Una posibilidad de acuerdo que, aunque los interesados lo nieguen, puede tener sus prolegómenos en el entendimiento a tres bandas para investir a Patxi López como presidente del Congreso con los votos socialistas y de Ciudadanos y la abstención de los populares. Un modelo que podría repetirse, pero al revés, para el Gobierno, sin descartar tampoco ese tripartito que ofrecía ayer el Presidente del Gobierno en funciones en los prolegómenos de la constitución de las nuevas Cámaras Legislativas.

    Evitar la incertidumbre

    Este era el sentir, en los pasillos, de muchos de los diputados electos de los tres partidos implicados y que resumía la vicepresidenta el funciones del Gobierno cuando afirmaba, antes de entrar al Hemiciclo, que le gustaría un acuerdo de Gobierno como el que se ha alcanzado en la Mesa del Congreso. Ese pacto "resume lo que es el voto de muchos millones de españoles", explicaba, para añadir que, a su juicio, populares, socialistas y ciudadanos están de acuerdo en asuntos "fundamentales como una España constitucional con igualdad de derecho de todos los españoles" y en una política que "busque que la recuperación se consolide, de forma que no haya incertidumbre".

    "Eso es lo que está ahí representando y lo que a nosotros nos gustaría que estuviera representando en un futuro Gobierno", apostillaba Sáenz de Santamaría.

    Mas cautos se mostraban desde la filas socialistas, que reiteraban su negativa a facilitar un gobierno del Partido Popular, pero eludían pronunciarse sobre la propuesta de un ejecutivo de coalición o tripartito.

    Pero al margen de declaraciones dirigentes de los dos partidos mayoritarios admitían que no sólo hay contactos, sino que lo que se está poniendo sobre la mesa es el cómo, en qué forma y las condiciones para ese acuerdo que evite la convocatoria de nuevas elecciones.

    Ambos partidos tienen casi asumido al cien por cien que Rajoy no conseguirá formar gobierno en ninguna de las dos votaciones a las que debe someterse. Y coinciden también en que Pedro Sánchez tampoco logrará la investidura.

    Será entonces el momento de entenderse y demostrar que tienen sentido del Estado. Con o sin Rajoy y con o sin Sánchez. De hecho desde ambos bandos se reconoce que la "animadversión personal" entre ambos líderes es uno de los mayores obstáculos para el acuerdo y no descartan que alguno de los dos, o ambos, puedan dar un paso al lado siguiendo el ejemplo o de Artur Mas en Cataluña.

    De hecho otro de los comentarios que cobraba fuerza ayer en el Congreso era el que aludía a un presunto documento firmado por algunos ministros y dirigentes populares en el que pedían a Rajoy que diese paso a un candidato alternativo. Documento que, por el momento, no se ha podido confirmar pero del que algunos hablaban y daban detalles inconcretos.

    No al pacto de perdedores

    Desde el bando socialista Pedro Sánchez reconocía que las conversaciones mantenidas hasta el momento con Pablo Iglesias "han fracasado", mientras reiteraba que su candidatura a formar gobierno va "en serio" y que quiere poner en marcha una agenda social que necesita apoyos progresistas. "No estamos en un momento de líneas rojas, estamos en un momento en el que tenemos que tender puentes y si no existen, construirlos", resaltó. El PSOE lo que quiere es "es un gobierno progresista y reformista" y que eso no pasa por "Rajoy", enfatizaba el secretario general del PSOE.

    Pero aún consiguiendo los apoyos de Podemos, Sánchez sabe que necesita también el respaldo de los independentistas de ERC, Democracia y Libertad y de Bildu, a lo que se oponen tajantemente los barones del partido, que tampoco aceptan el referéndum en Cataluña que propone Pablo Iglesias conscientes de que esa alianza supondría el hundimiento del partido en el resto de las comunidades del Estado.

    Y tampoco puede contar Pedro Sánchez para esa aventura con Ciudadanos. El propio Albert Rivera dejaba muy claro que no se va a prestar "a una alianza de once partidos políticos, entre ellos los independentistas y sin ningún proyecto en común".

    "Ahí nunca estaremos", añadió el presidente de Ciudadanos para recalcar que "En gobiernos en minoría con apoyos desde la oposición, en eso podremos llegar a acuerdos".

    Para Rivera "hay que poner encima de la mesa lo que nos une porque los ciudadanos han elegido a los diputados para que nos pongamos de acuerdo aunque no pensemos igual". En este punto aseguró que Ciudadanos "hará todo lo que esté en sus manos para que se forme por fin un nuevo Gobierno" y que este pueda "ejecutar las reformas que marque el Congreso". "El cambio llegará de la mano del diálogo, la generosidad, la cesión y también la reivindicación", concluyó.