La última 'carta' de Mas: ahonda en la división de la CUP en busca de disidentes

El presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, confía aún en un giro de los acontecimientos que le permite ser investido presidente antes de que el lunes sea abocado a firmar del decreto de convocatoria de nuevas elecciones autonómicas.

Pese a esceneficar ayer un duro enfrentamiento con la CUP tras fracasar las negociaciones entre los antisistema y la candidatura unitaria de Junts Pel Sí (JxSí), Mas, según revela hoy El País, estaría esperando que sus palabras ahondando en la división que existe en la CUP entre los partidarios de apoyarle y sus detractores provoquen la aparición de algún diputado disidente con la línea marcada por el partido que decida darle su apoyo en el último momento.

Este 'tamayazo' no previsto de la CUP requeriría el voto favorable de dos de sus diputados en segunda votación que se añadirían a los 62 que ya tiene JxSí. Desde la formación anticapitalista ayer se respondió con dureza al todavía president, llegádole a acusar de "fratricida" tras haber dicho que la CUP carecía de "sentido" de país.

Pese a que la reunión el pasado lunes de la Mesa del Parlament no firmó la convocatoria de ningún pleno de investidura dando a entender que éste finalmente no se celebraría, Mas no quiso ayer cerrar la puerta a nada y dejó en el aire cualquier posibilidad, conminando a la CUP a que se repensase su postura de aquí al fin de semana.

Aunque desde la CUP se ha descartado de plano este posible 'tamayazo' y el propio Mas ayer ni siquiera lo sugirió, otros como el cabeza de lista de JxSí el 27S, Raül Romeva, sí que han apuntado en esa dirección.