Políticos y empresarios sospechan de un 'tamayazo' para investir a Artur Mas
José María Triper
De momento son rumores y nadie aporta pruebas, pero en los círculos políticos empresariales de Cataluña se comenta, cada vez con más intensidad la posibilidad de que el próximo 9 de noviembre, fecha límite para investir al nuevo president del Govern en el Parlamento de Cataluña, se produzca un tamayazo a la catalana, para facilitar la reelección de Artur Mas.
El término tamayazo hace relación al transfuguismo de dos parlamentarios del PSOE en la Comunidad de Madrid, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que con su cambio de voto dieron la presidencia del gobierno de la Comunidad de Madrid a la popular Esperanza Aguirre en 2003.
Una historia que no se descarta pueda ahora repetirse en Cataluña, donde se comenta que Junts pel Sí estaría negociando el voto tránsfuga de dos de los nuevos parlamentarios elegidos el 27 de septiembre, para conseguir la mayoría absoluta que permitiría a Artur Mas ser investido como jefe del Gobierno catalán en la primera votación.
Como no hay constancia de las negociaciones, tampoco hay indicios sobre la procedencia de los posibles tránsfugas, pero la mayoría de las conversaciones apuntan al Partido Socialista de Cataluña (PSC).
La frágil línea roja entre el unionismo y el independentismo en que se mueven muchos socialistas, que ya ha sufrido una escisión por este motivo es el argumento que esgrimen quienes señalan al partido que dirige Miquel Iceta. Y respecto al argumento para justificar el cambio de chaqueta, tanto si son socialistas como de la CUP o de Catalunya sí que es Pot, está muy claro: "El sacrificio personal en aras de lograr el sueño de la patria catalana independiente".
Escisión entre empresarios
Y pasando de los rumores a los hechos, donde sí puede haber una escisión es en la patronal catalana Foment del Treball, cuyo Comité Ejecutivo acordó ayer por una nimidad encargar a la Comisión de Régimen Interno de la entidad un informe sobre si "la configuración de la organización Cecot entra en conflicto con las disposiciones de los Estatutos de Foment". Éste es el primer paso para una expulsión de Cecot que desde Foment se justifica por la expansión territorial de esta organización de pymes con sede en Tarrasa fuera de su ámbito de territorio natural.
Sin embargo, extraoficialmente se comenta que la razón principal para la salida de Cecot serían las "veleidades proindependentistas" de sus órganos de gobierno, y en especial de su presidente, Antonio Abad, frente a la línea oficial de Foment contraria a la secesión.