Paradores
Publirreportaje: Un Parador complutense
¿Cuántas veces ha pensado en hacer algo distinto en sus vacaciones? Muchas, sin duda. ¿Quiere una buena opción? Aproveche para visitar alguna de las ciudades que son Patrimonio de la Humanidad y que cuentan en su casco urbano con un Parador como edificio emblemático. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con Santiago de Compostela, Salamanca, Ávila, Segovia, Cuenca, Toledo, Córdoba, Mérida y Alcalá de Henares.
Precisamente, la ciudad complutense de Alcalá de Henares, a 26 km. de Madrid, cuenta con un conjunto histórico artístico que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.
El Parador forma parte de esta joya arquitectónica y está enclavado en un magnífico edificio del siglo XVII, antiguo colegio-convento de Dominicos de Santo Tomás, junto a la Hostería del Estudiante, situada en el antiguo Colegio Menor de San Jerónimo, que fue fundado por el Cardenal Cisneros en 1510 y tiene maravillosas vistas al Patio Trilingüe de la Universidad.
Renovado recientemente, cuenta con 128 habitaciones y es el segundo hotel más grande de la red de Paradores, sólo superado por el Hostal San Marcos, en León. 111 de ellas son habitaciones superiores, dos son cuádruples, cuatro adaptadas para personas discapacitadas, diez dobles especiales y una junior suite. Además, en torno al claustro del Colegio de Santo Tomás se ubican el restaurante, la cafetería, el comedor de desayunos, el salón de clientes y el bar de noche.
Congresos
Además, de contar con piscina para la temporada de verano, este moderno hotel dispone de todo lo necesario para satisfacer al turismo congresual y todo tipo de eventos sociales. Para ello, dispone de doce salones con una superficie total aproximada de 1.000 metros cuadrados destinados a espacios multifuncionales.
En total, 12 salas bañadas con luz natural, dotada de espacios diáfanos y con las últimas tecnologías para dar cabida a convenciones, reuniones de empresas y todo tipo de celebraciones. Destaca especialmente el salón Paraninfo, ubicado en el edificio histórico del siglo XIX y que cuenta con 500 metros cuadrados, aproximadamente.
El Parador se extiende por una zona construida de 21.000 metros cuadrados y una superficie ajardinada de 8.997 metros cuadrados, donde arquitectos y decoradores han buscado ofrecer una calidez ambiental homogénea fundiendo vanguardia e historia. Todo ello se ha construido siguiendo las más altas cotas de calidad, lo que ha supuesto una inversión de más de 40 millones de euros.
Gastronomía
Capítulo aparte merece su oferta gastronómica, que se le presenta al cliente en sendos restaurantes con propuestas diferenciadas. En la Hostería del Estudiante, situada en el Colegio de San Jerónimo, y que lleva abierta de forma ininterrumpida desde 1930, se puede disfrutar de una variada oferta gastronómica en la que no faltan las alusiones a la cocina cervantina ni por supuesto las famosas costradas de Alcalá. Por otro lado, el nuevo restaurante del Parador, situado en el claustro del Convento de Santo Tomás, hace una propuesta con toques más modernos y actuales.
El parador de Alcalá de Henares es también un parador verde, medioambientalmente sostenible. En lugar de recrearse un ambiente artificial ajeno a lo que le rodea, se aprovechan las características arquitectónicas y del lugar como elemento clave a la hora de disminuir el consumo energético. El diseño del edificio saca el máximo partido a las excelentes características térmicas de la arquitectura tradicional castellana.
Captadores solares
En primer lugar, una instalación de captadores solares térmicos se integran a la perfección en uno de los edificios, discretamente, sin percibirse visualmente, pero produce cerca del 80 por ciento del agua caliente que necesita el parador.
En segundo lugar, el propio edificio aprovecha la alta inercia térmica de sus construcciones ya existentes y , en tercer lugar, el entramado de patios con vegetación permite la ventilación natural cruzada de los espacios interiores en verano, lo que ofrece máximo confort, a la vez que disminuye la factura energética y las emisiones de dióxido de carbono, que tanto daño están haciendo al planeta.
Finalmente, el Parador está dotado de un garaje con capacidad para 124 vehículos, que contribuye a la comodidad de la estancia. En definitiva, un marco incomparable donde se combinan tradición y vanguardia alrededor de su arquitectura.