País Vasco
Los astilleros duplican contratos en dos años
Carmen Larrakoetxea
Las nuevas adjudicaciones rondan un valor de 875 millones de euros y colocan la cartera total de pedidos en un total 51 unidades. Muestra del dinamismo del sector es también la reciente adjudicación de Boluda Corporación Marítima de 165 remolcadores, en que 10 serán construidos por Astilleros Zamakona. Más información en la Revista Digital País Vasco.
La construcción naval española va a recordar el ejercicio 2015 como uno de los mejores de su historia, tanto por la consolidación que está mostrando la recuperación del sector, como por la impresionante sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que desbarata el expediente de la Comisión Europea contra el sistema fiscal establecido para la contratación de buques en España, el conocido ahora como antiguo tax lease, ya que el nuevo está vigente y con el beneplácito de la propia Comisión y funcionando muy bien.
Así en dos años los astilleros han logrado duplicar las contrataciones. Se ha pasado de los 18 buques captados en 2013, a los 26 del año 2014, hasta los 35 contratados en el ejercicio 2015.
Estos nuevos contratos de 2015, según los datos de la patronal Pymar, suman una valoración conjunta de 875 millones de euros y colocan la cartera de pedidos totales de los astilleros españoles en 51 buques.
Se trata de cifras muy halagüeñas y demuestran la enorme remontada que ha sido capaz de realizar el sector después del descalabro que supuso el expediente comunitario del antiguo tax lease entre 2011 y 2013.
Para Pymar las perspectivas para este inicio de 2016 son muy favorables, más aún tras la sentencia de la UE sobre el viejo 'tax lease', que permite a la construcción naval española recuperar la credibilidad internacional. No hay más que ver el reciente pedido de Boluda Corporación
Marítima, de un total de 16 remolcadores, que 10 de ellos los ha adjudicado a Astilleros Zamakona. Concretamente se trata de 10 nuevos AVT, en los que Zamakona logra aumentar su capacidad, potencia operativa, maniobrabilidad y eficiencia energética, tanto en puerto como 'off shore'.
La importancia de la recuperación de este sector industrial queda más que patente si se tiene en cuenta que, según datos de Pymar, la construcción naval española da empleo directo a unas 44.300 personas -en astilleros, así como de la industria auxiliar naval- y exporta más del 80 por ciento de su producción. Pero su peso económico es mayor por la actividad inducida que supone la industria hacia otros sectores de servicios.
En el caso del País Vasco en el sector naval estamos hablando de unos 6.500 puestos de trabajo y una incidencia en el PIB de un 2,1 por ciento. Los más activos en contrataciones son los astilleros Zamakona,
Murueta y Balenciaga, logrando finalmente arrancar La Naval con varias dragas y tres ferries. Los astilleros vascos están a la cabeza en nuevas contrataciones, ya que con el nuevo tax lease captaron 11 de los 13 primeros contratos rubricados con este sistema de financiación. La cartera de pedidos vasca actual asegura más de dos años de trabajo para los astilleros.
Un sector que ha encontrado un nuevo rumbo
Entre 2009 y 2011 España estaba entre los líderes europeos en la captación de contratos de buques offshore -dragas, buques de apoyo a plataformas, floteles, etc.-, pero la sanción europea dinamitó este mercado.
Así, pasamos de tener 27 barcos en gradas en 2010 a contratar sólo nueve en 2011.
Al margen de los sistemas de financiación, el contexto económico internacional está afectando a los proyectos de construcción naval, cuya demanda de grandes buques offshore se está viendo afectada por el desplome del precio del petróleo. De ahí que muchos astilleros europeos empiezan a mirar ahora hacia los segmentos en los que ya ha tomado posiciones el sector español, como los atuneros o remolcadores.
En contraposición hay otro nicho de mercado que está repuntando y en el que Europa mantiene el liderazgo mundial: los barcos de pasajeros, los (los grandes cruceros y los ferries). Aquí entre Italia, Francia, Alemania y Finlandia concentran el 80 por ciento de la cuota mundial.
Los astilleros españoles -también los vascos- están penetrando en la de ferries.
¿Bruselas recurrirá el 'antiguo Tax Lease'?
La sentencia del Tribunal de Justica de la UE que anula el expediente de Bruselas contra la construcción naval española -que exonera de la sanción a unas 200 contrataciones de buques- establece un periodo de dos meses para que la Comisión pueda recurrirla, sin que por el momento Bruselas haya adelantado cuál será su decisión. Por tanto, hasta el 17 de febrero la partida de ajedrez sigue abierta.
Al margen de si hay recurso o no, el asunto continuará en los tribunales, ya que el Tribunal de Luxemburgo sólo ha fallado sobre los tres recursos colectivos presentados: el España, el Lico y la patronal Pymar. Falta resolver los cerca de 60 recursos individuales interpuestos por inversores, entre los que se mencionaban bancos como Santander, Bankia, Popular, Sabadell, Caixabank, Unicaja, Ibercaja o Abanca (Novagalicia); y empresas como Inditex, Ikea Aguas de Valencia, Duro Felguera, Gas Natural, Telefónica, etc. Es de esperar que el Tribunal resuelva en el misma línea que los colectivos.
Desde Euskadi, el Foro Marítimo Vasco (FMV) y el Gobierno van a estudiar cómo reclamar por daños y perjuicios contra la Comisión Europea.
La industria vasca se une para el offshore eólico
La industria vasca empieza a ver que la unión hace la fuerza y eso es precisamente lo que están tratando de hacer con el proyecto Marin-El, que plantea un 'llave en mano' en subestaciones eléctricas para parques eólicos marinos, equipamientos que por si solos rondan los 800 millones.
Liderado por Iberdrola, Tecnalia y La Naval, Marin-El supone la construcción de la subestación a medida del buque que habrá de instalarla.
Un sistema de éstas características puede abrir un valioso nicho de mercado para La Naval.
El diseño en si del proyecto implica una clara innovación tecnológica ya que permitirá avanzar en la reducción de peso y tamaño de las subestaciones. Sólo la fase de diseño conceptual del proyecto, implica un presupuesto de 10 millones, que cuenta con respaldo financiero directo del Gobierno vasco a través del programa Etorgai.
También se está implicando en Marin-El una amplia representación de la industria vasca de componentes eléctricos, como son los grupos Ingeteam, Arteche, Ormazabal (Velatia), Oasa Transformadores y Semantic Systems. Todo ello con la implicación directa de los los centros tecnológicos Tecnalia, CTDE, la Universidad del País Vasco (UPV) y los centros de innovación de Ormazabal y Arteche.