Pirotécnica Astondoa diversifica su pólvora hacia la marina
- Las señales de seguridad marinas exigen un alto nivel de calidad
Carmen Larrakoetxea
Pocas empresas pueden poner en su tarjeta de presentación que tienen 130 años de historia, como es el caso de Pirotecnia Astondoa, una empresa familiar vizcaína que en la actualidad dirige Izaskun Astondoa, y que acaba de sumergirse en un nuevo proyecto de diversificación que entraña adentrarse en una actividad que requiere de unos altísimos requerimientos de calidad: se trata del ámbito de las señales de seguridad y de salvamento marítimo. Para este reto, Astondoa ha adquirido la compañía alavesa Pirotecnia Lecea, que opera en ese segmento y que también tiene un recorrido centenario en su actividad. Más noticias en la revista gratuita elEconomista País Vasco
Así, lo que a partir de ahora se puede llamar el grupo Astondoa tiene dos áreas de negocio bien diferenciadas: pirotecnia recreativa -fuegos artificiales, pirotecnia de eventos, etc.-, visible en la web astondoapiroteknia.com; y pirotecnia industrial de seguridad marítima -marina mercante y náutica deportiva-, a través de la web pirolec.com.
Internacionalización
Izaskun Astondoa explica que con la incorporación de Lecea "damos un gran salto", al introducirse en la pirotecnia industrial, en un segmento además que "está muy internacionalizado, lo que abre las puertas a un mercado mucho más amplio". Reconoce que en algunos aspectos hay sinergias entre las actividades recreativas y esta industrial, pero especifica que el desarrollo tecnológico y de calidad de la pirotecnia naval es muy exigente.
Hasta el momento, Lecea estaba más centrada en la náutica recreativa, que al igual que los espectáculos pirotécnicos, es un mercado muy estacionalizado entre primavera y otoño. Pero los planes de Astondoa pasan por consolidarse en la señalización de marina mercante y también en aviación, nichos de mercado más amplios y que no van vinculados a la estacionalidad meteorológica.
Por ello, durante el último año Astondoa se ha centrado en adaptar los nuevos productos y lograr las certificaciones de calidad internacionales que son preceptivas para poder estar en este mercado -la normativa de señales de peligro y salvamento es muy rigurosa-. De ahí que esperen que su actividad industrial de este tipo de señales despegue a partir del ejercicio 2016.
Más de 130 años diversificando
La compañía Astondoa la fundó el bisabuelo de Izaskun en 1885, que fabricaba pequeños cohetes en el taller de Areatza (Vizcaya). Después su abuelo se aventuró con el diseño de espectáculos de fuegos de colores y el padre de Izaskun dio el salto hacia los fuegos aéreos, los que conocemos como fuegos artificiales, acontecimientos que en periodos estivales, como en fiestas de Bilbao, reúnen a más de 100.000 personas para admirar las increíbles formas que adopta la luz de la pólvora en el cielo.
La llegada de Izaskun a la compañía implicó profundos cambios en la forma de gestionar, ya que ella es licenciada en Administración de Empresas por la Universidad de Deusto. Internamente se reorganizó dirección y accionariado y, de cara al exterior, Astondoa se abrió al mundo y salió a competir en los certámenes internacionales. De esta forma empezaron a tejer una red de relaciones internacionales y en algunos casos alianzas.
En este cuarto relevo generacional, desde el punto de vista productivo, se ha introducido la pirotecnia de eventos, trajes a medida para inauguraciones, aniversarios, presentaciones de productos, etc, diseñados para ejecutarse tanto en espacios exteriores, como interiores. Este tipo de productos implicaban también incorporar desarrollos tecnológicos e innovaciones a través de las chispas frías, fuegos con menos humos, etc.
Desestacionalizar ingresos
Con los eventos y ahora con las señales marítimas, Astondoa busca seguir creciendo y especialmente desestacionalizar los ingresos, ahora vinculados a determinadas épocas del año, como Navidades y periodos estivales.
Izaskun Astondoa, que se muestra muy ilusionada con el nuevo proyecto, destaca la red de relaciones y alianzas que están tejiendo a nivel mundial, no sólo para la pirotecnia recreativa, sino para esta nueva actividad. Así, en octubre y noviembre acudirán a importantes citas náuticas en Barcelona y Ámsterdam.
En esta nueva etapa, Izaskun valora mucho el conocimiento y experiencia adquirida al salir al exterior para participar en concursos internacionales de fuegos artificiales. Indica que uno de los mercados más complicados es el de Japón, que tiene una legislación muy dura y si consigues entrar en Japón es todo un éxito. "El mercado japonés es tan exigente que hace poner toda la empresa patas arriba, repensar todos los procesos, la organización, la forma de producir. Es muy duro, pero eso también es una oportunidad que te permite mejorar y ser más competitivo", señala.