La refinería vasca Petronor impulsa el desarrollo de sus proveedores
- Tras transformarse internamente busca sinergias con los centros tecnológicos
Carmen Larrakoetxea
La refinería vasca Petronor se ha reinventado por dentro, lo que le ha permitido ahorrar en procesos 100 millones en un año. Primero ha revolucionado su forma de trabajar internamente y ahora prepara su nuevo salto competitivo de la mano de una alianza con sus proveedores y con los centros tecnológicos vascos.
Desde 2008 en Europa han cerrado nada menos que 22 refinerías y otra veintena ha cambiado de manos, pasando a estar controladas por empresas de trading o inversores independientes. Según algunos analistas, el ajuste sectorial aún no ha finalizado, va a ser más profundo, estiman que aún sobran en Europa el 40% de las refinerías existentes. Solo sobrevivirán las más rentables y eficientes.
En esta coyuntura no sólo juega la caída del precio del crudo y el exceso de capacidad de refino, sino también las exigencias medioambientales -que imponen combustibles mucho más tratados y depurados- que encarecen sustancialmente los procesos productivos. Por tanto, la competitividad es determinante para seguir activo en este sector.
Esta tormenta perfecta sectorial llevó a la refinería vasca de Petronor a registrar, por primera vez en su historia, números rojos en el ejercicio 2013 (87,5 millones de euros); pérdidas que también se han reproducido en 2014 (65,5 millones).
Plan Barria
Entre las cifras de 2013 y las de 2014 hay diferencias sustanciales, no sólo una reducción notable de los números rojos del 25%, también una revolución interna de la planta, estrategia denominada Plan Petronor Barria (nuevo), que ha supuesto dar la vuelta, cambiar por completo su forma de trabajar internamente.
El resultado, como refleja la memoria de la refinería, es más que elocuente "en todo aquello en lo que la compañía como colectivo puede influir con su actuación interna, se ha pasado de tener unos resultados a CCS (calculando el valor de los inventarios a coste de reposición) de -106 millones en 2013 a -7 millones en 2014". Es decir, una mejora, un ahorro de nada menos que 100 millones en un solo ejercicio.
Para el éxito del Plan Barria ha sido determinante la nueva planta de URF-Coque-Cogeneración (complejo en que se ha invertido 850 millones), lo que ha permitido mejorar la cesta de crudos y aumentar un 14% su producción, incluyendo nuevos subproductos de mayor valor añadido. Además, lograron reducir la intensidad energética y las emisiones de CO2.
Estos factores, unidos a reducción de costes fijos y cargas financieras, permitió a la refinería elevar su margen de refino en términos unitarios hasta 3,81 dólares el barril, lo que supone una mejora de un 68% sobre 2013 y además es un dólar superior a la media que se maneja en el sector.
Lo que no ha podido controlar la compañía es el desplome del precio del petróleo, que devaluó sus existencias en 132 millones de euros, llevándole a pérdidas netas.
Alianzas
El relevo en la presidencia de Petronor, con la llegada del abogado Emiliano López Atxurra, que recoge el testigo a Josu Jon Imaz, coincide con un nuevo paso en la estrategia Barria. Esta vez mira hacia afuera, hacia los proveedores, con los que quiere mejorar su competitividad mutua.
Petronor trabaja con un gran grupo de proveedores vascos, con un listado de más de 680 compañías, de muy diversa tipología, entre las que realiza compras por valor de 250 millones. Incluso una parte importante de los proveedores tiene personal propio desplazado a la refinería a diario, lo que supone cerca de 600 personas. Esto pone de especial relevancia que la competitividad de Petronor y sus proveedores está íntimamente ligada.
El Gobierno vasco, a través del Departamento de Competitividad, que encabeza Arantxa Tapia, y Petronor han suscrito un acuerdo para potenciar el desarrollo de los proveedores de la refinería. La refinería les pedirá mayor implicación, pero a cambio también se compromete a catapultarles hacia nuevos clientes.
Petronor les informará de las tendencias del sector Oil&Gas y además "dará un paso adelante", como explicó López Atxurra, facilitándoles probar sus nuevos desarrollos en la refinería, para acelerar los proceso de validación y certificación, y que así puedan colocar más rápido sus nuevos productos en el mercado, lo que también redundará en la modernización continua de la planta vasca.
Esta especie de "sello Petronor" podrá abrirles puertas a las licitaciones de Repsol y también ser un aval de calidad de cara a otras multinacionales energéticas.
La otra vertiente del acuerdo busca implicar a toda la Red Vasca de Ciencia y Tecnología (RVCTI) en el desarrollo de innovaciones para la refinería. Para ello, Petronor se compromete a abrirles las puertas del macro Centro Tecnológico de Repsol en Madrid.
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