La primera ola de surf de Wavegarden surcará los campos del Reino Unido
- Ingenieros vascos demuestran que este deporte en lago artificial es rentable
No son los primeros en lanzarse a crear olas artificiales para los amantes del surf, pero si los que afirman haber desarrollado y patentado una tecnología y un modelo de negocio que hace rentable este deporte tierra a dentro. La prueba de fuego para Wavegarden tendrá lugar a finales de 2014 cuando en el Reino Unido, en la zona de Gales, se ponga en marcha la primera instalación comercial y la siguiente en EE.UU.
Estos dos proyectos no son más que el inicio para un negocio que tiene ya firmados acuerdos para 17 pre-proyectos por todo el mundo.
Los orígenes de Wavegarden hay que buscarlos en 2005 en Gipuzkoa, de la mano de unos ingenieros aficionados al surf, entre los que se encuentra José María Odriozola, que crearon la sociedad Instant Sport. Su idea de negocio ha despertado el interés tanto de inversores, como de clientes, además de haber sido merecedora de premios de emprendizaje como el Toribio Echevarria y finalista del Emprendedor XXI de La Caixa y Enisa en 2012.
Entre 2005 y 2011 el trabajo se centró en el desarrollo de la tecnología, de prototipos y en crear un centro a escala real en la localidad guipuzcoana de Aizarnazabal, con un lago de 300 metros de largo y 50 metros de ancho. Sus olas de 1,20 metros las han probado ya grandes surfistas. Pueden generar 120 olas a la hora con un consumo energético muy reducido. El sistema permite surfear a alrededor de 40 o 50 personas a la vez.
La primera instalación comercial que se abrirá en Gales se hará con olas de hasta 1,9 metros.
Intensivos en capital
Igor Barandiaran, manager de Wavegarden, explica que desde el minuto cero han tenido muy clara su idea de negocio y todos y cada uno de los desarrollos tecnológicos que han desarrollado e industrializado están patentados.
Todo el equipo de Wavegarden es aficionado al surf 'todos saben cómo tiene que ser una buena ola'. Además casi todos son ingenieros, el único diferente es Barandiaran, que es Economista.
El negocio de Wavegarden es intensivo en conocimiento y también en capital. Barandiarán indica que hasta el momento llevan invertidos 4 millones, que se han financiado con cargo a fondos propios, financiación ajena, convenios e ingresos procedentes del mercado a través de los acuerdos de pre-proyectos.
Los clientes con los que han suscrito los 17 acuerdos son inversores privados, que para la puesta en marcha de sus respectivas instalaciones Wavegarden tendrán una inversión mínima de unos 4 millones, aunque podría ser mayor 'en función de las instalaciones que quieran poner alrededor del lago de surf', explica.
Amortización rápida y retornos del 20 por ciento
Barandiaran recalca que no son meros fabricantes de olas 'tenemos es una empresa con producto'. Saben sus clientes buscan rentabilidad, un modelo de negocio sólido. Por eso la amortización de inversión es rápida, con tasa de retorno de un 20 por ciento. Además
Wavegarden ha creado todo un conjunto de servicios asociados, que incluye el diseño del espacio, los equipamientos de tiendas, terrazas, merchandising, etc. 'No somos proveedores de tecnología, somos sus partners para la puesta en marcha del negocio', recalca.