Los trabajadores de Corrugados de Azpeitia abandonan la huelga tras seis meses
El comité de empresa de Corrugados de Azpeitia, liderado por los sindicatos ELA y LAB, ha decidido terminar con la huelga que iniciaron hace ya seis meses, el 15 de junio, para abrir un nuevo periodo de negociación con el propietario de la firma, el grupo Gallardo, al que propondrán que los despidos que se realicen deban ser pactados.
El comité de empresa recuerda que tienen de su parte dos fallos judiciales en contra de las medidas de ajuste y despidos realizados por la empresa en el último año.
De esta forma, la plantilla acudirá el viernes 4 de enero a la factoría para reincorporarse a sus puestos, pero sin que ello suponga que renuncian a su 'lucha'. De ahí que proponen reabrir las negociaciones, estableciendo plazos concretos y si en dicho periodo no se llega a acuerdos volverán a convocar movilizaciones.
Los portavoces del comité, acompañados por un grupo de trabajadores, leyeron un comunicado en el que explican que han decidido 'cambiar el tipo de lucha en favor de la negociación' y recordaron que se han producido dos sentencias que les han dado la razón frente a la decisión de la empresa de despedir a 60 trabajadores.
Indicaron que 'ha quedado claro que por el camino de la imposición no hay solución. A los problemas existentes hay que darles solución mediante la negociación' y han trasladados sus propuestas a la dirección del Grupo Gallardo. El núcleo central de dicha propuesta es que los despidos que se realicen sean 'voluntarios' y que la empresa se comprometa a asegurar el futuro de la compañía trayendo producción.
El comité de empresa rechaza que sean los trabajadores 'los únicos responsables de la situación económica o que paguen la misma con pérdida de derechos', mientras Gallardo sigue 'sin adquirir ningún compromiso'. Recalcan que 'está en manos de la empresa aprovechar la oportunidad que se abre', porque 'sin acuerdo no hay futuro'.
SENTENCIAS JUDICIALES
Durante el mes de diciembre los trabajadores de Corrugados de Azpeitia vieron como los tribunales les daban la razón en sus demandas contra las medidas de ajuste aplicadas por la empresa.
Primero fue la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) la que declaró nulo el ERE que la compañía tramitó en el mes de julio y que implicaba el despido de 60 trabajadores. La Sala presidida por el magistrado Modesto Iruretagoyena, resolvió que en el periodo de consultas del ERE la empresa 'violentó las reglas de la buena fe' en la negociación al quedar constancia de que su decisión tenía carácter firme y sin posibilidad de modificación. Lo que rechazó el TSJPV es que los despidos fueran una represalia por la huelga iniciada en junio, ni que se hubiera penalizado de forma directa a los trabajadores afiliados a ELA y LAB. Dicha sentencia no obligaba a la readmisión de los trabajadores, pero tampoco la ha recurrido la compañía.
Después fue el Juzgado de lo Social Nº 3 de San Sebastián que con el mismo argumento, la falta de buena fe por parte de la empresa en la negociación, el que declaró nula la pretensión de la empresa de reducir los salarios hasta un 35% y aumentar la jornada laboral anual en 49 horas respecto de las vigentes en el convenio sectorial.