Loramendi Aurrenak consolidan su crecimiento al exportar el 95%
El caso de Loramendi-Aurrenak es un ejemplo de cómo la alianza entre dos compañías puede reforzarlas y catapultarles en los mercados exteriores. Trabajan principalmente en el sector de automoción y tienen entre sus clientes a las principales multinacionales. Su facturación está al alza desde 2009 y su previsión conjunta para 2012 se encuentra en niveles récord con una previsión conjunta de unos 100 millones, gracias a que alrededor del 95 por ciento de sus ventas procede de las exportaciones.
Resulta poco frecuente escuchar hoy en día a un director gerente de una compañía manifestar que han experimentado 'un crecimiento importante en los últimos años' y que en ejercicio 2012 está siendo 'bueno en negocio y bueno en captación de pedidos'. Pero éstas son precisamente las palabras que pronunció Javier Álvarez, director gerente de la cooperativa Loramendi. Además las perspectivas para 2013 son también optimistas.
Agrupación de Fundición y Utillaje, S. Coop. (Loramendi Aurrenak) es una cooperativa de segundo grado integrada por las a su vez cooperativas alavesas Loramendi y Aurrenak, que en 2004 decidieron unir sus fuerzas para crecer en los mercados exteriores. Entre ambas suman una plantilla de unas 330 personas, de las cuales 250 trabajan en las dos plantas de Vitoria, cerca de una treintena en las dos filiales productivas en el exterior (México y la futura de China) y otras 50 personas en filiales comerciales y de asistencia técnica.
Las filiales productivas en el exterior son la última gran apuesta de estas dos cooperativas para acercarse aún más a sus clientes. Comenzaron con una planta propia en México y ahora ultiman la puesta en marcha de otra en China, próximo al polígono industrial de la Corporación Mondragon y no descartan en el futuro ir a India.
Además ambas empresas están sondeando líneas de diversificación hacia otros sectores en los que se pueden aplicar sus tecnologías. En este contexto se inscribe la constitución de la firma Kiro Robotiscs, para la fabricación de equipamientos automatizados para farmacia hospitalaria, proyecto liderado por Mondragon Health, en el que también participan Mondragon Assembly, Aurrenak y Loramendi.
Alianza para crecer
Loramendi y Aurrenak nacieron en Vitoria entre 1973 y 1974 y desde el principio tuvieron muy claro que debían apostar por los mercados exteriores.
Loramendi surgió por iniciativa del empresario Agustín Arana para la producción de maquinaria para fundición. Pero a finales de los años noventa entró en una profunda crisis que apunto estuvo de terminal muy mal. Fue entonces cuando se presentó una audaz alternativa: transformarse en cooperativa y aliarse con una de las empresas con las que tenía relaciones comerciales, Aurrenak, a su vez integrada en la Corporación Mondragon.
La historia de Aurrenak es más habitual, la empresa nació por la iniciativa de una treintena de trabajadores se unieron para crear una cooperativa para producir utillaje para fundición. Sus primeros pasos fueron en un taller alquilado y que a medida que fue creciendo fue abriendo su ámbito de actuación de su área limítrofe, para después atreverse con las exportaciones.
En este caso, Aurrenak vio que para intensificar su presencia en el exterior necesitaba mayor dimensión y que podría mejorar su posicionamiento si lograba presentar una oferta más integrada, por lo que la alternativa de unirse con uno de sus principales colaboradores se presentaba atractiva.
Javier Álvarez relata cómo 'sumando fuerzas es más factible acometer los mercados exteriores. Esto nos da una capacidad de hacer cosas que individualmente no podríamos'. La alianza entre ambas compañías no ha supuesto su fusión, ya que cada una mantiene su independencia jurídica y actividad.
El secreto del éxito
El secreto del éxito de esta alianza empresarial es, además de calidad e innovación, su apuesta internacional y vocación de servicio para dar respuesta a las necesidades de los clientes allá donde estén.
'Hace falta adaptarse a las demandas de los clientes, a sus necesidades, hace falta flexibilidad', señala Álvarez, que precisamente cree que esa flexibilidad la han logrado por ser cooperativas, por la implicación de todos los trabajadores.
Otro de sus aciertos ha sido su a amplia red de delegaciones y de asistencia técnica, con 50 personas en delegaciones repartidas por múltiples países. 'Tener una red así cuesta mucho, pero tenemos claro que el mantenimiento es uno de nuestros puntos fuertes', recalca.
Exportar a Alemania les abrió puertas
La gran apertura al exterior de este grupo proviene desde los orígenes de ambas compañías. En el caso de Loramendi desde un principio apostó muy fuerte por introducirse en el mercado alemán, lo que le exigió adaptarse a sus estándares de calidad y competir como los mejores. Después decidieron dar el salto al mercado de Estados Unidos, donde consiguieron posicionarse gracias a la experiencia y prestigio logrado en Alemania.
Posteriormente las referencias alemana y norteamericana las que les abrió muchas puertas en China, país que en este momento es el primer importador de maquinaria del mundo. Esta trayectoria les ha hecho merecedora del Premio a la Exportación de la Cámara de Comercio de Álava.