Necesitamos business angels profesionales
Nadie discute que saldremos de esta crisis gracias a la innovación, y que entre sus mesías están los emprendedores que van a introducir productos, servicios y procesos nuevos en el mercado. Sin embargo, ni políticos ni medios prestan todavía la atención que merecen a ciertas personas que están arriesgando dinero, tiempo, neuronas y contactos por hacer emerger a las empresas del futuro: los 'business angels' o 'inversores ángeles'.
Desgraciadamente, en España aún no hay muchos ejemplares de esa fauna. Cierto, no faltan personas que invierten, pero un ángel de los que de verdad están creando valor en EE.UU. o Gran Bretaña ha sido antes tan emprendedor como el recién llegado, a menudo en su mismo sector. Y el veterano, aparte de querer compartir beneficios con el novato, lo que verdad está haciendo es transmitir los valores del emprendimiento de una generación a la siguiente.
El problema que tenemos en España es que nuestra cantera de business angels 'modernos' es aún raquítica: apenas contamos con una generación de empresarios curtidos en la transición entre la sociedad industrial y la del conocimiento (de los 90 en adelante). Mientras tanto, la actual hornada de emprendedores apenas se las arregla hoy con financieros que aportan dinero, pero no valor, o con empresarios más 'clásicos' que suelen invierten capital y neuronas, pero demasiado a menudo con un secretismo que hace que sus acciones no alcancen a la mayor parte de la sociedad.
Esto tiene que cambiar o aquí no habrá quien financie masivamente a la innovación. El gobierno tiene que apoyar sin reservas a los ex-emprendedores que arriesgan su patrimonio invirtiendo en nuevos negocios (el cielo clama por exenciones fiscales). Pero los próximos 'business angels' están obligados por su parte a profesionalizarse y a hacer más transparentes sus actividades, tal y como ya hacen los países más avanzados de Europa.
Miguel Ángel López Trujillo
EBAN- European Business Angel Network
miguel.trujillo@eban.org