País Vasco

La fusión de las cajas aún no ha llegado a la negociación fiscal

    Presidentes deals cajas vascas. Foto: J. Ayerdi


    Hasta el momento no se ha producido ninguna reunión de la comisión que ha de establecer la neutralidad tributaria del nuevo banco para cada uno de los tres territorios.

    Los equipos de trabajo que preparan la fusión de BBK, Kutxa y Caja Vital, a través de la creación de un banco al que aportarán el negocio financiero, aún no han llegado a meterse de lleno en la negociación fiscal de la nueva. Otra cuestión, la mesa laboral tiene previsto comenzar la semana que viene las negociaciones.

    La fiscalidad es una de las materias sensibles de la operación, ya que podría tener una significativa repercusión en cada uno de los territorios, de ahí que siempre se ha señalado que se buscará que la fusión tenga un efecto fiscal neutro.

    El pasado 23 de marzo, mediante una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, explicaron que habían alcanzado 'un acuerdo', sobre las 'bases de un proceso de integración' mediante 'el ejercicio de la actividad financiera a través de una licencia bancaria, con mantenimiento de la personalidad y órganos las tres Cajas'.

    El proceso se está llevando con casi total discreción, conociéndose únicamente que se creaban comisiones y grupos de trabajo sobre activos, participadas, fiscalidad y recursos humanos. En materia impositiva las entidades habrían decidido dejar su análisis en las respectivas Haciendas Forales, pero hasta el momento, según reveló el diputado de Hacienda de Guipúzcoa en funciones, Pello González, hasta el momento no se ha desarrollado reunión alguna.

    En este contexto, el calendario es relevante, ya que la semana que viene, el 13 de junio, deberá celebrarse el pleno de Juntas Generales de Guipúzcoa en que se elija los miembros de la mesa; y no más allá del 4 de julio habrá de desarrollarse el pleno de investidura del nuevo diputado general en base a los acuerdos que se pecten entre los partidos.

    Pello González abogaba por resolver la cuestión fiscal a través del sistema de la Ley de Aportaciones, en el que las tres entidades aportarían a una bolsa común los ingresos procedentes de todos los impuestos de aplicación al futuro banco, para su reparto posterior mediante los coeficientes del 51% para Vizcaya, 33% para Guipúzcoa y 16% para Álava.

    La otra alternativa es establecer un reparto de sedes fiscales por unidades de negocio de la entidad fusionada (negocio financiero, cartera industrial, seguros, etc) en los tres territorios.

    De cualquier forma, se espera que las cajas den a conocer en las próximas semanas el diseño básico de la operación, para que pueda ser aprobado por los consejos de las tres entidades antes de que finalice el mes de julio y trasladarse a las asambleas para el mes de septiembre. El objetivo es que el nuevo banco esté operativo con efectos del primero de enero de 2012.

    Posiciones contrarias a la fusión

    Las elecciones forales y municipales han dado más fuerza a las posiciones de la izquierda abertzale contrarias a la integración de las tres entidades, ya que rechazan que se opte por la bancarización de las cajas. En este sentido , ya se han posicionado claramente Bildu, el sindicato LAB y otros colectivos de esta corriente política.

    Desde otro punto de vista, el sindicato CC.OO. mayoritario entre los trabajadores de las cajas reclama que la fusión contemple la mejora y equiparación de las condiciones laborales, ya que existe gran disparidad entre los convenios de cada una de las tres entidades. Al parecer, la mesa laboral sobre la fusión celebrará su primera reunión la semana que viene.