Inversiones e I+D+I para transformar la economía
- El Plan 'Berpiztu' 2020-2024 estimulará la economía y creará 135.000 empleos
- Las estrategias de especialización vascas encajan con las líneas europeas
- Inversión pública e I+D+I crecerán un 6,4% y un 9,7% en 2021
Maite Martínez
Bilbao,
Con el objetivo de acelerar la salida de la crisis económica y sanitaria, Euskadi ha diseñado un plan para la reactivación y proyectos transformadores, con la I+D+I como palanca principal para impulsar la recuperación.
Euskadi ha puesto toda la carne en el asador para salir lo antes posible de la crisis provocada por el coronavirus e iniciar una recuperación sostenida para afrontar la transformación de la actividad económica.
Así, ha aprobado el Plan para la Reactivación Económica y el Empleo 'Berpiztu', ha elaborado los presupuestos más altos de su historia para 2021, -asumiendo el máximo endeudamiento posible-, y presentará ante el Gobierno central proyectos transformadores para lograr financiación de los fondos europeos 'Next Generation UE', cifrados en 140.000 millones.
Todo esto sin olvidar la importancia que tiene y tendrá la I+D+I en este proceso; más aún en una coyuntura económica que contempla una caída del PIB en torno al 10,1% para el conjunto de 2020, lo que provocará la pérdida de 30.000 empleos y la subida de la tasa del paro hasta el 11,2%. Para 2021 se prevé un PIB positivo del 8,9%, aunque, por el momento, el alto componente industrial de su tejido económico lastra la velocidad de la recuperación.
Fortalezas
Para afrontar este contexto de incertidumbre, la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) cuenta con varias fortalezas, entre ellas, el estar a la cabeza de las regiones europeas en PIB per cápita y su bajo porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social. También destaca el nivel de cualificación de sus profesionales, la internacionalización de sus empresas, el posicionamiento en la digitalización y la colaboración público-privada desarrollada.
A lo anterior hay que añadir el camino recorrido y trabajo realizado por Euskadi, a través de las políticas y estrategias de especialización inteligente, que han puesto el foco en el desarrollo de competencias relacionadas con la transición energética sostenible y la transición digital, y su aplicación transversal en múltiples sectores.
Precisamente, esta preparación encaja a la perfección con las grandes líneas estratégicas que caracterizan los planes de recuperación europeo y estatal.
En cuanto a los recursos vascos, tras las ayudas iniciales, préstamos de Elkargi e ICO y herramientas para mantener la actividad empresarial y los empleos, como los Ertes, el Gobierno vasco aprobó el Plan 'Berpiztu'. Una inversión de 13.250 millones durante el periodo 2020-2024, para estimular la economía, mediante la recuperación de todos los puestos de trabajo perdidos y la creación de nuevas oportunidades de empleo. De los 13.250 millones, 9.550 millones son de presupuesto y 3.700 millones corresponden a avales a empresas y autónomos.
Junto al objetivo de crear 135.000 empleos en cuatro años, también se marcan como metas la creación de 6.000 empresas y microempresas; promover 1.000 proyectos de investigación y desarrollo, y la asistencia a 10.000 firmas industriales.
Para arropar adecuadamente estos retos, el Gobierno vasco ha elaborado un proyecto de presupuestos para 2021 "ambicioso y potente", según afirmó el consejero vasco de Economía y Hacienda, Pedro Azpizu, el más alto de su historia, para encarar la destrucción económica que ha provocado la Covid-19.
Crece un 7% el gasto real
Las Cuentas vascas ascienden a 12.440 millones de euros, cantidad que supera en 668 millones, un 5,7% más, a las de 2020. Si se mide el gasto real o dinero disponible para políticas públicas, aislando activos financieros, el ascenso es del 7,1%, 770 millones de euros más.
Entre las partidas, destacan el aumento en Salud, un 6% y 4.184 millones, y la subida de 169 millones en Educación, que contará con 3.108 millones en total. Además, se ha aprobado un Programa Covid de 542 millones para hacer frente a las consecuencias de la pandemia.
También es importante el aumento del 6,4% de la inversión pública, que superará los 955 millones, para reactivar los proyectos paralizados, y el impulso a la I+D+I. El gasto en Investigación, Desarrollo e Innovación aumentará un 9,7% y ascenderá a 535,8 millones. El compromiso del Gobierno para la legislatura apuntaba a crecimientos anuales del 6%, pero la crisis ha evidenciado la necesidad de reforzar esta apuesta para no quedar atrás en competitividad.
El proyecto presupuestario prevé un endeudamiento neto de 1.784 millones, con el que se espera compensar la caída de las aportaciones que realizan las diputaciones por la bajada de la recaudación. Este descenso está estimado en 854 millones de euros.
El aumento del endeudamiento neto, una medida posibilitada por el incremento del límite de déficit al 2,2%, acordado en la Comisión Mixta del Concierto Económico, se añade a los 767,8 millones previstos en concepto de amortizaciones. De esta manera, el endeudamiento bruto previsto es de 2.552,4 millones, mientras que la deuda pública estimada para el próximo año no será superior al 16,9% del PIB vasco. A pesar de ello, Euskadi seguirá siendo la comunidad autónoma menos endeudada en porcentaje de PIB.
Este endeudamiento se ha realizado sin contar con los fondos de europeos de recuperación. De cara a la captación y ejecución de estos recursos se ha puesto en marcha el programa de recuperación y resiliencia 'Euskadi Next 2021-2026'.
Proyectos Transformadores
El Gobierno vasco tiene previsto aprobar el próximo 29 de diciembre en Consejo de Gobierno una primera versión de este programa, que enviará al Estado para que lo integre en el suyo y lo remita a la Unión Europea. Un listado de proyectos transformadores para la economía vasca que incluye actuaciones realizables a partir de 2021 y en los ámbitos requeridos por Europa.
El programa está compuesto de dos ejes: el primero de 'apuestas transformadoras de país' y en el que estarán integrados los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTES) vascos. Son ámbitos estratégicos que persiguen posicionar a Euskadi en sectores de futuro: energías renovables, inteligencia artificial, ciberseguridad, transporte sostenible y cuidado de las personas.
El segundo eje está centrado en la 'aceleración de ámbitos estratégicos', a través de ocho componentes: salud y cuidado de las personas, aprendizaje a lo largo de la vida, digitalización e innovación, generación de energías renovables, movilidad sostenible, habitat urbano, habitat natural y prevención de desastres naturales. La necesidad de contar con un sector de la salud y biosanitario fuerte ha quedado en evidencia en la actual crisis sanitaria. Y por eso en los proyectos de la nueva economía tendrá gran relevancia.
El ecosistema empresarial vasco ya ha lanzado numerosos proyectos e inversiones, que se llevarán a cabo logren o no financiación europea: Repsol y Petronor con su planta de combustibles 'limpios' en el Puerto de Bilbao, Iberdrola y su centro mundial de redes inteligentes que ubicará en Bilbao, o la primera planta de hidrógeno verde de Sener, Nortegas y Bizkaia Energía en Amorebieta.