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Abertis entra en Puerto Rico y mira a EEUU



    Abertis está presente como operador de autopistas en Puerto Rico desde 1991. Desde entonces, la compañía que ahora dirige Francisco Reynés, es propietaria de la concesionaria que gestiona el puente-autopista Teodoro Moscoso en San Juan.

    Este puente, situado sobre la laguna de San José, tiene una longitud de 2,2 kilómetros y una Intensidad Media Diaria (IMD) de 16.549 vehículos. Inaugurada en 1994, esta infraestructura representa un importante punto de enlace entre el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín y numerosas vías principales del área metropolitana de la capital, además de ser un punto de enlace con el resto de la isla.

    La presencia de Abertis durante casi veinte años en Puerto Rico ha contribuido a posicionar al grupo como un aliado de preferencia para el desarrollo de proyectos del programa de Alianzas Público Privadas de la isla y, además, sitúa a la compañía en posición ventajosa para el desarrollo futuro de proyectos de colaboración público-privada en el resto de Estados Unidos.

    En ese contexto, en junio del año pasado, un consorcio liderado por Abertis y el fondo de inversión Goldman Sachs Infrastructure Partners II fue seleccionado por el Gobierno de Puerto Rico para asumir la gestión de las autopistas R-22 y PR-5. El cierre de la operación se produjo el 22 de septiembre, fecha a partir de la cual el consorcio ha asumido la gestión de ambas autopistas por un periodo de 40 años.

    El consorcio, integrado por Abertis (45 por ciento) y Goldman Sachs Infrastructure Partners II (55 por ciento), gestiona ambas autopistas a través de una sociedad conjunta denominada Autopistas Metropolitanas de Puerto Rico LLC (Metropistas).

    Este consorcio ha desembolsado un canon concesional de 1.136 millones de dólares (830 millones de euros), en una operación que ha sido financiada en una proporción aproximada del 40 por ciento de aportación de capital por parte de los socios, mientras que el 60 por ciento restante se ha financiado con deuda a largo plazo con un grupo de 12 entidades financieras.

    La autopista PR-22, también conocida como Expreso José de Diego, es la autopista más transitada de Puerto Rico, con un tráfico diario de 84.000 vehículos, según datos del año 2010. Discurre a lo largo de 83 kilómetros, conectando la capital (San Juan) con la ciudad de Hatillo por el norte de Puerto Rico.

    La autopista cuenta con siete estaciones de peaje, incluyendo la estación de Buchanan, por donde transitan cada año más de 25 millones de vehículos, y da servicio a una zona que destaca por la ubicación de grandes compañías multinacionales del sector industrial y farmacéutico.

    Por su parte, la PR-5 (abierta al tráfico en 2006) es una extensión de cuatro kilómetros de la PR-22 que cruza el área metropolitana de la capital San Juan, en el área de ayamón y cuenta con una plaza de peaje. Enlaza también con las autopistas PR-6, PR-2 y PR-199, donde finaliza su trazado. Las autopistas PR-22 y PR-5 tuvieron en el ejercicio fiscal 2010 unos ingresos de explotación de 90 millones de dólares (unos 62 millones de euros).

    La concesionaria Metropistas integra a dos inversores especializados en infraestructuras con experiencia en Puerto Rico. Así como Abertis lleva años presente en Puerto Rico a través de la gestión del Puente Teodoro Moscoso, también Goldman Sachs cuenta con intereses en la isla, donde ha realizado en los últimos años inversiones en el sector inmobiliario. Esto otorga al consorcio la garantía de contar con un profundo conocimiento de la realidad del país. Como Estado Libre Asociado a Estados Unidos, Puerto Rico goza de una sólida integración en la economía y el sistema legislativo federal estadounidense. Las previsiones apuntan a que la economía portorriqueña crecerá significativamente a lo largo del próximo lustro.

    Puerta de entrada a EEUU

    La concesión de las autopistas PR-22 y PR-5 han marcado un antes y un después en la apuesta de Abertis por el mercado estadounidense como un objetivo estratégico de futuro. La operación llevada a cabo en Puerto Rico es, por su dimensión y características, (con un marco jurídico y regulatorio definido, un socio financiero de clase mundial y unos activos atractivos) un referente para la compañía en cuanto a los proyectos que espera poder acometer en los próximos años en Estados Unidos.

    El estadounidense es un mercado importante para las infraestructuras y, en este sentido, desde finales de 2006, Abertis dispone de una oficina en Washington con la  voluntad de estudiar las oportunidades de negocio que puedan presentarse en este país. El objetivo de la compañía es trabajar directamente sobre el terreno y cerca de la Administración Federal en un momento en el que se ultiman privatizaciones en infraestructuras. La estrategia de Abertis de entrar en mercados estables como el americano, encaja con las infraestructuras de economía madura, consolidada y a la vez dinámica como la de los EEUU que tiene en la actualidad uno de los mayores potenciales en el crecimiento de las infraestructuras.

    Desde el punto de vista legislativo, muchos estados están llevando a cabo cambios que favorecen la implantación
    de proyectos de colaboración pública privada
    (PPP). En la
    última legislatura, por ejemplo, Ohio aprobó su legislación sobre PPP?s e Indiana fortaleció su legislación en esta materia. Por otro lado, la reciente operación de Puerto Rico, con la concesión de las autopistas PR-22 y PR-5, ha supuesto un caso muy positivo y de estudio para muchos
    Estados.

    En este sentido, a día de hoy, más del 50 por ciento de los estados ya dispone de una legislación que permite las PPP?s. Treinta estados ya han llevado a cabo proyectos de colaboración público-privada, entre los que se encuentran 18 concesiones (10 de ellas ya operativas y 8 en construcción) por un total de 22.000 millones de dólares (17.300 millones de euros). También se han llevado a cabo varios proyectos de Alianzas Público Privadas en el sector de las autopistas, entre los que destacan los de la Chicago Skyway, Pocahontas e Indiana Toll Road, por un total de unos 7.000 millones de dólares (5.500 millones de euros).


    Los proyectos Greenfield (construcción y gestión de nuevas infraestructuras) siguen siendo muy populares en Estados Unidos, aunque a corto plazo hay varias operaciones en el mercado Brownfield (concesión de infraestructuras ya existentes) que podrían ser objeto de estudio por parte de compañías como Abertis.

    También emergen con fuerza proyectos mixtos o híbridos, que incluyen una componente de construcción y mejora de las infraestructuras existentes con la concesión de la gestión de las mismas.

    Los estados más activos en estos momentos en el desarrollo de proyectos de colaboración pública privada en el ámbito de las infraestructuras son Virginia, Ohio, Carolina del Norte, Florida, Connecticut y Rhode Island. Los más inminentes son los procesos en Virgina, donde se estudia un proyecto de colaboración público-privada para la gestión de la autopista I-95, y en Ohio, donde se están estudiando las posibles alternativas estratégicas para la Ohio Turnpike.

    Presente en aeropuertos

    Al margen de la presencia de Abertis en Puerto Rico, la compañía también está presente en el mercado estadounidense a través de TBI, su filial aeroportuaria. Esta empresa gestiona en concesión el aeropuerto internacional de Orlando Sanford y mantiene contratos de gestión en el aeropuerto Hartsfield-Jackson, de Atlanta, el Bob Hope de Burbank (California), dos aeródromos en la ciudad de Macon (Georgia) y uno en Carolina del Norte (Durham). El aeropuerto de Orlando Sanford se construyó como base de operaciones durante la II Guerra Mundial.

    En 1968, el municipio de Sanford (Florida) lo compró al gobierno Federal. En 1997, TBI se hizo con la concesión del aeropuerto. Sanford está situado entre los parques de atracciones y las playas de Daytona Beach, con lo que su área de influencia recibe un enorme flujo de turistas. Su tráfico es principalmente chárteres europeos, aunque el doméstico está aumentando.

    Las principales compañías chárter que operan son MyTravel, First Choice y Travel City. Como compañías regionales americanas están Allegiant y Panam. En 2010 Orlando Sanford tuvo un tráfico de 1,1 millones de pasajeros. El aeropuerto dispone de cuatro pistas, 12 estacionamientos para aviones, una terminal para vuelos nacional y otra para internacionales con una superficie total de 30.000 metros cuadrados