Oriente Medio

Irak asume sin confianza el control de su seguridad



    La retirada de Irak de las fuerzas de combate norteamericanas no ha sido acogida con demasiado entusiasmo por los responsables de defensa e interior iraquíes. El atentado de pasado lunes en el que murieron 59 personas en Bagdad muestra la debilidad de la seguridad en un país sin gobierno desde las complicadas elecciones del pasado mes de marzo.

    Aunque el ejército estadounidense ya no realizará operaciones de ataque en Irak, permanecerán en el país seis brigadas, unos 50.000 soldados, para colaborar en la formación de los cuerpos de seguridad iraquíes y proteger enclaves diplomáticos hasta el 31 de diciembre de 2011, según informa hoy el diario El Mundo en su edición online.

    Además de estos efectivos de apoyo, Estados Unidos duplicará el número de contratistas al servicio de empresas de seguridad privada, alcanzando los 7.000. También ciudadanos civiles estadounidenses e iraquíes desempeñarán las funciones que hasta esta semana desempeñaban unos 1.200 soldados estadounidenses.

    Rebrote de la violencia

    El aumento de la seguridad privada no tranquiliza a los gobernantes iraquíes pese a que el ejército norteamericano les proporcionará 60 vehículos resistentes a minas, tres aviones y doce helicópteros. Los contratistas han causado muchísimos problemas a las autoridades desde que Estados Unidos iniciara la invasión hace siete años ya que han provocado la muerte de miles de civiles.

    No obstante, los efectivos de seguridad privada no contarán con la inmunidad de la que han gozado hasta ahora y podrán ser juzgados por el sistema iraquí. Las autoridades del país no confían en que estos efectivos puedan completar la falta de capacidad de las fuerzas policiales y militares iraquíes para garantizar la seguridad.

    Muchos iraquíes temen un rebrote de la violencia terrorista tras el repliegue de los últimos 14.000 soldados estadounidenses que combatían en Irak. El jefe del Estado Mayor iraquí, el general Babakerr Zebari, afirmó la semana pasada que la retirada de las tropas estadounidenses era "prematura", pues el ejército iraquí "no estará preparado para asumir el control eficazmente hasta 2020".

    Mientras, el actual gobierno iraquí declara que sus fuerzas de seguridad están preparadas para asumir el control pese a que el país sigue sin poder formar gobierno cinco meses después de las complicadas elecciones del mes de marzo. El portavoz Ali al-Dabbagh ha asegurado que "tenían que decidir entre mantener una presencia militar extranjera a largo plazo o hacer el trabajo nosotros mismos y decidimos asumir el reto con nuestras propias tropas".