Los directivos de BME siguen junto al escenario que han preparado en el parqué para el debut. Predominan las sonrisas, con miradas repentinas a los paneles de cotizaciones. Cada vez que levantan la vista sueñan con que el valor recupere los 31 euros, pero sigue lejos. "Si el mercado ayudara, al menos cerraríamos en positivo", dice uno de ellos. La acción sigue estancada por debajo de 30,5 euros, con una caída del 2 por ciento respecto al precio de la OPV.