Opinión
Recta final de la declaración de la Renta: ¿cómo desgravarnos en nuestros productos?
Joaquín Hidalgo
Con la llegada de la campaña de la Renta, miles de contribuyentes se enfrentan a la misma pregunta: ¿cómo reducir la factura fiscal de forma inteligente? La respuesta, en muchas ocasiones, está al alcance de la mano, pero requiere planificación, conocimiento y la elección adecuada de productos financieros. Desde Nationale-Nederlanden, compartimos claves para sacar el máximo partido a la declaración de la Renta utilizando instrumentos de ahorro e inversión que, además de cuidar del futuro, pueden ayudar a pagar menos hoy.
Los planes de pensiones son uno de los grandes aliados del ahorro fiscal. Su principal ventaja es el diferimiento fiscal: permiten reducir la base imponible del IRPF en el momento de la aportación, lo que se traduce en un ahorro de hasta el 45% sobre lo invertido, dependiendo del tramo del contribuyente. En cifras: aportación máxima de 1.500 euros anuales para trabajadores por cuenta ajena, 5.750 para autónomos y 10.000 euros si se trata de planes de empleo.
Además, el diferimiento permite posponer la tributación hasta el momento de la jubilación, lo que suele coincidir con un tramo impositivo más bajo. Esto convierte a los planes de pensiones en una solución fiscal eficiente y estable para quienes piensan en el largo plazo.
Recibir una devolución por parte de Hacienda no debería ser el final del viaje, sino el inicio de una nueva etapa de planificación. Dejar ese dinero en la cuenta corriente implica perder poder adquisitivo por efecto de la inflación. La mejor opción es reinvertir esa cantidad en productos con garantía y rentabilidad.
En este sentido, los Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP) son una alternativa para sacarle partido al diferimiento fiscal, y usarlos como un instrumento a través del cual podemos capitalizar las deducciones fiscales de los planes de pensiones. Dado que al final tributaremos cuando cobremos las prestaciones de dicho instrumento, la clave está en obtener la máxima rentabilidad del "diferimiento o crédito fiscal" que nos proporciona hacienda con las deducciones al realizar aportaciones al plan de pensiones. El Plan Creciente SIALP de Nationale-Nederlanden es un buen ejemplo: combina seguridad con una rentabilidad creciente, lo que lo convierte en una herramienta útil para ahorradores conservadores y moderados. Además, si se mantiene durante al menos cinco años y sin superar los 5.000 euros anuales de aportación, las plusvalías están exentas de tributar. Es decir, se protege el ahorro de la inflación... y también del fisco.
Por otro lado, y relativo a productos de inversión en general, sufrir pérdidas no debería preocuparnos, ya que una gestión inteligente de las inversiones ha de conllevar siempre una buena planificación fiscal. En productos como los fondos de inversión, cuyas plusvalías tributan entre el 19% y el 30%, compensar las pérdidas con las ganancias puede suponer un ahorro considerable. Esta estrategia permite reducir la base imponible del ahorro, algo especialmente útil para quienes han hecho movimientos en carteras no sujetas a exenciones fiscales.
Por último, es habitual olvidar que los seguros también tienen su papel en la Renta y que en ciertos casos las primas pueden ser deducibles. Por ejemplo, los seguros de vida vinculados a hipotecas permiten deducir parte de su coste en el IRPF o, en el caso de los trabajadores autónomos, los seguros de salud son deducibles hasta 500 euros anuales por persona (1.500 si el beneficiario tiene discapacidad). No se trata solo de proteger a los nuestros, sino de hacerlo de forma eficiente y con ventajas fiscales.
En definitiva, la mejor forma de optimizar la Renta no comienza en abril, sino mucho antes. Anticiparse y realizar aportaciones a planes de pensiones antes de final de año, diversificar las inversiones y revisar las deducciones autonómicas aplicables son prácticas que permiten llegar a la campaña de la Renta con los deberes hechos.
Desde Nationale-Nederlanden insistimos en la importancia de integrar la planificación fiscal en la estrategia financiera personal. Más allá del beneficio inmediato, se trata de construir un futuro con seguridad y visión a largo plazo. Y en este proceso, los productos adecuados -como el Plan Creciente SIALP o los planes de pensiones-, no solo ayudan a ahorrar, sino que ofrecen estabilidad, garantía y tranquilidad.