Opinión
¿Quién protege a las pymes en el proceso de exportación?
- Las tensiones arancelarias entre EEUU y Europa podría tener efectos notables en el ecosistema del sector
- Los aranceles de EEUU amenazan a más de 30.000 pymes españolas
Rodolfo de Felipe
Madrid ,
El incremento de las tensiones arancelarias entre Estados Unidos y Europa podría tener notables efectos en el ecosistema de nuestras pequeñas y medianas empresas con actividad internacional. La política comercial vigente en Estados Unidos contempla la imposición de un arancel general del 10% a todas las importaciones, así como penalizaciones del 20 % dirigidas a países como los de la Unión Europea, a quienes se les atribuyen prácticas comerciales que han calificado como "desfavorables".
Esta estrategia se fundamenta en una lógica sencilla pero desequilibrada: la asignación de aranceles proporcionales al déficit comercial bilateral. En 2024, la Unión Europea exportó bienes por valor de 532.000 millones de euros a Estados Unidos, mientras que sus importaciones alcanzaron los 334.000 millones, generando un superávit cercano a los 200.000 millones de euros. Este superávit convierte al bloque europeo en un objetivo prioritario para las medidas de ajuste por parte del Gobierno estadounidense.
Estas acciones tienen consecuencias directas para nuestras empresas. La Unión Europea es la región más expuesta al mercado estadounidense, dado que una quinta parte de sus exportaciones tiene como destino Estados Unidos, siendo uno de sus principales socios comerciales. Para las pymes madrileñas, esto representa una nueva barrera competitiva, en un momento en que los márgenes ya se encuentran bajo presión debido al encarecimiento de los costes logísticos, energéticos y financieros en los últimos años.
En la Comunidad de Madrid, más de 17.000 empresas llevan a cabo actividades comerciales internacionales de manera regular, según datos de ICEX Exportadores e Inversores. Para todas ellas, este nuevo escenario implica no solo un incremento en los costes, sino también una mayor exposición a riesgos como la concentración de mercados, la volatilidad en los tipos de cambio y el riesgo de crédito comercial. Este riesgo sistémico genera ahora un marco de incertidumbre: relaciones comerciales ya consolidadas que se ven amenazadas, y planes de expansión internacional que se enfrentan a nuevas barreras.
En este contexto, la mitigación de riesgos resulta fundamental para salvaguardar la continuidad empresarial. La coyuntura actual requiere reforzar de manera urgente las capacidades de anticipación y resiliencia financiera de nuestras pymes. Una gestión adecuada del riesgo comienza con la identificación de vulnerabilidades, continúa con la planificación de medidas de mitigación, y culmina con la aceptación de un riesgo residual que esté alineado con el perfil estratégico de la empresa. En este proceso, los instrumentos de financiación garantizada se revelan como herramientas esenciales.
Por ello, para aquellas empresas que puedan verse afectadas por la relación comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea, Avalmadrid ha puesto a su disposición líneas de avales bonificados que pueden ser de especial relevancia para su supervivencia. La adopción de este tipo de soluciones, diseñadas para minimizar los efectos de los aranceles y apoyar a las empresas madrileñas que operan en mercados exteriores, permite a las entidades acceder al crédito en condiciones preferentes, mejorar la liquidez en situaciones críticas puntuales y, en muchos casos, facilitar la entrada en nuevos mercados menos expuestos a las turbulencias comerciales.
España depende en gran medida de las pequeñas y medianas empresas, ya que representan el 99 % del total de nuestro tejido empresarial según datos facilitados por Cepyme. En la Comunidad de Madrid, donde hay más de medio millón de empresas registradas, la duración promedio de una empresa es de 8,4 años, un dato que supera la media nacional. Sin embargo, la alta tasa de mortalidad empresarial, especialmente entre las microempresas, muestra lo frágil que puede ser nuestro tejido productivo ante eventos externos como los nuevos aranceles.
En este contexto, los avales no solo facilitan el acceso al financiamiento, sino que también constituyen una herramienta clave para mantener la estabilidad de las empresas. Contribuyen a la distribución y gestión del riesgo, fortalecen la confianza en las empresas ante sus financiadores -y ante sus proveedores y clientes en el caso de los avales técnicos-, y proporcionan el tiempo y margen necesarios para adaptarse a las nuevas regulaciones del mercado global.
Como aliados del sector empresarial madrileño es fundamental continuar prestando apoyo a las pymes y ser parte de la solución. Si bien es cierto que no podemos controlar las tensiones comerciales, sí podemos ofrecer herramientas y respaldo para proteger e impulsar la continuidad y el crecimiento de nuestras empresas, que representan la base de nuestra economía y una fuente importante de generación de empleo. Ahora más que nunca debemos brindarles protección, flexibilidad y recursos que respondan a sus necesidades reales.