Valencia, imán del Mediterráneo para la innovación global
Juan Luis Hortelano, presidente de Startup Valencia
Hay ciudades que evolucionan. Otras, simplemente, despiertan su verdadera identidad. Valencia no está cambiando. Está revelando lo que siempre ha sido: un imán para el talento, la creatividad y la innovación global.
Durante años, en el ecosistema tecnológico valenciano hemos repetido que somos un hub de referencia en Europa. A veces, estas afirmaciones pueden sonar a eslogan repetido por inercia. Pero lo verdaderamente valioso es cuando los hechos empiezan a hablar más alto que las palabras.
Y ahora lo hacen.
Valencia ha pasado de la promesa a la consolidación. Un ecosistema cada vez más maduro y diverso donde convergen startups, scaleups, centros de investigación, universidades de primer nivel e instituciones públicas y privadas alineadas en una misma dirección. Una ciudad donde la innovación no es un accesorio, sino un motor económico y social.
La mejor prueba de ello es el creciente interés de grandes corporaciones tecnológicas internacionales. Cuando multinacionales como Siemens, HP, Hitachi, Toshiba, Volkswagen, la ONU o IBM, entre otras, deciden ubicar en nuestra ciudad sus hubs de innovación, desarrollo tecnológico o transformación digital, están enviando un mensaje claro: Valencia importa. Es estratégica. Está en el mapa.
El caso más reciente, IBM, que anunció en febrero la creación de su nuevo centro de Digital Sales enfocado en Big Data e Inteligencia Artificial en The Terminal Hub ubicado en La Marina de Valencia, refuerza esta tendencia imparable. No se trata sólo de abrir sedes. Se trata de integrarse en un ecosistema que facilita la colaboración, el intercambio de conocimiento y la atracción de talento internacional.
Y lo que hace especial a Valencia no es únicamente esa capacidad de atraer, sino la forma en que estas grandes compañías interactúan con el tejido local. Las startups y scaleups encuentran nuevas oportunidades, los perfiles técnicos ven ampliadas sus salidas profesionales y los inversores redirigen su atención hacia este punto del Mediterráneo.
Eventos tecnológicos internacionales como VDS han sido clave en este camino. No sólo por los más de 12.000 asistentes de 110 países que cada año convierten a Valencia en epicentro global de la innovación, sino por el impulso estructural que generan. VDS funciona como escaparate y acelerador, pero también como catalizador de nuevas relaciones, nuevos proyectos y nuevas oportunidades.
Hoy Valencia ya no necesita decir que es un hub de referencia. Lo demuestra. Crecen las startups, también las scaleups, se incrementa la inversión, se multiplica la presencia internacional con alianzas tanto en Europa como en América. Lo que comenzó como el sueño de unos pocos se ha convertido en la identidad compartida de toda una ciudad.
Porque aquí no hablamos de innovación como algo etéreo. Aquí la vivimos como herramienta de transformación, de competitividad y de futuro. Y por eso seguimos trabajando para tejer puentes entre startups, corporaciones, inversores, universidades e instituciones. Convencidos de que sólo desde la colaboración podemos afrontar los grandes desafíos del siglo XXI.
Valencia ya no es una promesa. Es una realidad. Un laboratorio a cielo abierto donde la tecnología y el talento internacional se encuentran para construir un futuro mejor. Porque no se trata sólo de atraer innovación, sino de liderarla.
Y ese futuro empieza aquí.