La salud laboral de los autónomos, una prioridad ineludible
- Rafael Amor, presidente de ATA-Andalucía
Rafael Amor
Cumplimos 30 años como organización apoyando y defendiendo a las personas trabajadoras por cuenta propia, un colectivo que, como hemos repetido un centenar de veces, es esencial e imprescindible para el buen comportamiento de la economía de nuestro país y, por ende, de nuestra comunidad autónoma. Sin embargo, hay muchos desafíos y piedras en el camino que no han dejado de estar presentes en nuestro colectivo en todos estos años. Una de ellas es la prevención de riesgos laborales.
La palabra "autónomo" define a un profesional independiente, valiente, trabajador y, en la mayoría de los casos, autosuficiente. Sin embargo, esta autosuficiencia ha sido más un lastre que otra cosa para hacer que la cultura de la prevención en riesgos laborales realmente penetre en nuestro colectivo.
Son demasiadas las ocasiones en las que el trabajador autónomo está más centrado en ofrecer el mejor de los servicios, en cobrar a tiempo o en pagar, que en su propia seguridad y se olvida del bien más preciado con el que cuenta, que es su propia salud. Un autónomo asegura a todo riesgo la furgoneta con la que desempeña su actividad, pero rara vez presta la misma atención en él.
Durante todos estos años nuestro mantra ha sido el de incidir en la importancia de la prevención y en que la salud laboral del trabajador por cuenta propia es tan importante como su protección social, sus derechos o su estabilidad económica. A pesar de que el artículo 8 del Estatuto del Trabajo Autónomo otorga a las administraciones públicas la responsabilidad de garantizar la seguridad y salud de nuestro colectivo, su implicación, bajo nuestro punto de vista, ha sido insuficiente en muchos casos.
Servicio especializado
ATA ha desarrollado proyectos esenciales dentro del Plan General de Actividades Preventivas desde su nacimiento. Sin embargo, en estos últimos años, la financiación de programas de prevención ha disminuido de manera drástica. Pese a ello, como organización responsable, hemos mantenido asesores especializados en ATA para ayudarles a implementar las medidas de seguridad necesarias en sus negocios y fomentar esa cultura de la prevención tan necesaria.
Además, hemos colaborado con institutos de prevención de riesgos laborales y hemos propuesto formaciones específicas para el colectivo. De igual forma, hemos trabajado con el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene para desarrollar programas sectoriales y herramientas como Prevención 10, que permite la evaluación de riesgos laborales.
Las cifras
Las cifras de siniestralidad y accidentes en autónomos parece que están dando un ligero respiro, pero tan solo una muerte ya es una desgracia. En el primer mes del año se han registrado 1.777 accidentes en jornada de trabajo de trabajadores por cuenta propia y, lamentamos una muerte. El año pasado, en el mismo mes, se registraron 2.195 accidentes y 4 muertes. Esperemos que esta tendencia se consolide a lo largo del año.
Es urgente que las administraciones dejen de ignorar esta realidad y brinden apoyo a un colectivo que genera empleo y riqueza en España. No se trata de imponer nuevas cargas burocráticas, sino de concienciar a los autónomos de que su vida es su activo más valioso.
A pesar de los avances, como la cotización por accidente de trabajo o el reconocimiento del accidente in itinere, queda mucho por hacer. La reforma de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales debe centrarse en ayudar a los autónomos a protegerse, no en sumarles más obligaciones. Desde ATA, seguiremos luchando para que la prevención de riesgos laborales sea una prioridad real y efectiva para los autónomos de nuestro país. Y un último mensaje, para los autónomos andaluces: vuestra salud es lo más importante.