Opinión
El desafío pendiente para la movilidad eléctrica: una red de carga visible y tecnológica
- La visibilidad física, de los puntos de recarga es esencial
- Actualmente, existen cerca de 38.000 puntos de recarga en el territorio nacional
Conversión Magro
Hace tiempo que el vehículo eléctrico dejó de ser una promesa, otra cosa muy distinta es la percepción del usuario al respecto. El crecimiento y expansión de los vehículos eléctricos en España se enfrenta a un obstáculo crucial: una infraestructura de carga pública que, a pesar de estar en constante expansión, no parece brindar el servicio y la confianza que cabría esperar.
Es evidente que, para que la movilidad eléctrica se generalice en el país, todos los actores implicados deben mantenerse firmes en el camino hacia una red completa y accesible que, ahora mismo, sigue sintiéndose insuficiente. Es un trabajo en el que debe haber importantes esfuerzos por parte de la administración, pero también desde el sector privado, con el fin de cubrir las expectativas del usuario final.
Actualmente, existen cerca de 38.000 puntos de recarga en el territorio nacional, de acuerdo con los últimos datos publicados por ANFAC. Esta cifra podría aumentar a unos 48.000 si se pusieran en marcha los aproximadamente 9.000 puntos adicionales pendientes de conexión. Son números que reflejan un avance notable en la infraestructura de carga, pero al mismo tiempo evidencia problemas de fondo.
La instalación y activación de cada punto de carga en España es un proceso lento y engorroso debido a la complejidad regulatoria y a los tiempos prolongados de tramitación. Por otra parte, la falta de señalización en las principales vías del país, según sostienen algunas voces del sector del transporte, hace que los usuarios de vehículos eléctricos rara vez visualicen los puntos de carga en sus trayectos, lo cual limita su acceso y, en consecuencia, la confianza en la red.
Obviamente, en los tiempos que corren, es habitual que cualquier conductor cuente con sistemas de navegación digitales que muestren la ubicación de dichos puntos, pero lo cierto es que la visibilidad física, de los puntos de recarga es esencial, aun así. Porque el conocimiento es tan importante como la percepción cuando hablamos de un macroproyecto de país como este en el que la sensación de cercanía y accesibilidad juega un papel tan determinante.
Ahora bien, es importante entender que la infraestructura de carga de vehículos eléctricos no puede tratarse de la misma manera que las estaciones de servicio convencionales. La electrificación del transporte no sigue el mismo modelo de crecimiento que la gasolina o el diésel, sino que se basa en un entorno profundamente tecnológico y en una experiencia de usuario completamente diferente.
La digitalización marca la diferencia en la accesibilidad a la red de carga
Las estaciones de servicio de hace treinta o cuarenta años carecían de las posibilidades tecnológicas que existen hoy. En la actualidad, el acceso a la recarga eléctrica debe ser inmediato y digital, adaptado a las herramientas de movilidad y conectividad que los usuarios ya emplean en su día a día.
Por tanto, es importante que las empresas asuman la responsabilidad de invertir en tecnología y de crear soluciones que transformen la experiencia de usuario. De igual forma que la administración debe seguir apoyando financieramente la construcción de infraestructura en zonas estratégicas donde la rentabilidad inicial pueda ser baja, pero cuya presencia es crucial para garantizar la cobertura en todo el territorio. Es más, es clave apostar por una escalabilidad responsable que permita a la red estar preparada para resistir picos de demanda sin comprometer la calidad del servicio.
El futuro de la movilidad en España depende del éxito del binomio entre accesibilidad y alta tecnología. Siguiendo este camino, estaremos más cerca de dar respuesta a los desafíos actuales que plantea la electrificación en nuestro país. No es fácil y requiere de un esfuerzo múltiple, pero la oportunidad está ahí. Nuestra visión es clara: hacer de la carga pública de vehículos eléctricos una experiencia simple y satisfactoria para todos los conductores.