Opinión

La pirámide de Maslow del despacho profesional: cómo la IA eleva al asesor a un rol de consultor estratégico

  • Más del 50% de las asesorías contables están valorando incrementar el uso de herramientas de inteligencia artificial para mantenerse al día de los cambios y avances tecnológicos que afectan a este sector
  • La IA permite a los despachos profesionales cubrir eficientemente sus bases operativas para luego elevarse a roles más estratégicos y consultivos

Tomàs Font

La inteligencia artificial se ha convertido en el centro de todas las conversaciones y su avance está revitalizando todos los sectores: desde la educación hasta las finanzas, pasando por la medicina o la publicidad. El sector de los despachos profesionales no es una excepción y la IA también está redefiniendo la forma en la que operan las asesorías, optimizando sus procesos y aportando mayor valor a sus clientes. Y este cambio está intrínsecamente relacionado con el desarrollo y progreso del tejido empresarial, ya que la inmensa mayoría de las pymes gestionan sus negocios con el apoyo y acompañamiento de un despacho profesional.

Según datos del Barómetro de la Asesoría 2024, la tecnología emerge como una herramienta imprescindible para dibujar un nuevo rol de asesor que se está implantando en el sector: el 50% de los encuestados sostiene que la tecnología les permitirá enfocarse en su función de consultor, y no tanto de mero gestor de obligaciones normativas, en un futuro cercano. Las soluciones en la nube son el claro exponente de esta transformación que vive el asesor. La flexibilidad, ubicuidad y escalabilidad que proporciona, y las consiguientes mejoras en la relación y comunicación con los clientes, están convenciendo al sector de la importancia del cloud. Además, la nube permite la integración con tecnologías emergentes como la IA, que se perfila como una de las principales soluciones que los asesores planean implementar en los próximos tres años para mejorar su productividad, con el 21,1% de encuestados que destacan su importancia, solo por detrás de las soluciones de facturación (35,5%). De manera similar, el Wolters Kluwer Accounting Industry Report 2024 señala que más del 50% de las asesorías contables están valorando incrementar el uso de herramientas de inteligencia artificial para mantenerse al día de los cambios y avances tecnológicos que afectan a este sector, lo que demuestra la importancia que los asesores dan a la inteligencia artificial y el potencial recorrido que tiene por delante.

En este contexto, la inteligencia artificial emerge como una fuerza transformadora que promete redefinir aún más el papel de los asesores, dibujando una relación simbiótica entre los despachos profesionales y sus clientes: los asesores contribuyen a la competitividad del tejido empresarial, mientras un mayor crecimiento de las empresas impulsa, en paralelo, el desarrollo del sector de los despachos. Y esta evolución puede entenderse a través de la analogía de la pirámide de Maslow, en que las necesidades del despacho profesional se van satisfaciendo mediante el uso de la tecnología, y los asesores alcanzan un rol más estratégico en sus interacciones con los clientes conforme implantan avances tecnológicos en su despacho, contribuyendo así al éxito empresarial.

En la base de la pirámide se encuentran las tareas administrativas y operativas que, aunque esenciales, no aportan un valor diferenciador significativo para los clientes del despacho. Se trata de tareas que el despacho debe seguir ofreciendo, pero que la tecnología está transformando mediante la integración de soluciones que automatizan su gestión y la hacen más eficiente. De esta forma, un primer nivel de digitalización proporciona a los asesores la infraestructura fundamental para desarrollar capacidades más sofisticadas y sobre las que se pueden construir roles más consultivos.

A medida que ascendemos en la pirámide, las necesidades de los clientes evolucionan hacia aspectos más complejos y personalizados que los asesores pueden satisfacer con la ayuda de la tecnología más avanzada. Así, la migración a entornos en la nube, el uso de plataformas colaborativas o la gestión de datos representan un salto significativo en esta evolución.

El salto al cloud está permitiendo a los asesores almacenar y acceder a la información de manera más segura y flexible, facilitando una colaboración más ágil y efectiva tanto dentro del despacho como con los clientes. De la misma forma, el uso de plataformas colaborativas ha transformado la manera en la que los asesores se comunican con sus clientes, creando un entorno más integrado y transparente que fomenta una mayor cooperación y comprensión mutua.

La imparable gestión del dato está permitiendo, a su vez, extraer información valiosa para la eficiencia del negocio y ofrecer recomendaciones con el fin de poder tomar decisiones precisas y fundamentadas, construyendo relaciones más sólidas y ofreciendo un valor añadido que va más allá de las funciones básicas, consolidando el papel del despacho profesional como socio estratégico.

En la actualidad, nos encontramos ante un escenario en el que los asesores están llegando al nivel más alto de la pirámide, aquel en el que empiezan a ser reconocidos no solo por su capacidad de gestión, sino por su aportación estratégica. Y, tal como reflejan los datos de la última edición del Barómetro de la Asesoría, existe la convicción de que la transformación digital –a través de la IA– puede liberar a los asesores de las tareas mundanas, permitiéndoles enfocarse en el asesoramiento estratégico y en la creación de mayor valor para sus clientes. Así, caminamos hacia un escenario en el que los despachos profesionales desempeñarán un rol de consultor estratégico global, con el que podrán ofrecer un valor añadido significativo a través de la visión y la planificación a largo plazo; el papel del asesor en la evolución del tejido empresarial resulta esencial: su éxito es la otra cara del avance y progreso de las empresas a las que guía.

Estamos convencidos de que la IA tomará el relevo al ofrecer soluciones que no solo automatizan tareas repetitivas, sino que también mejoran la precisión de las mismas, asegurando que los errores humanos se minimicen y que los datos se gestionen de manera más eficaz. De la misma forma, los asesores pueden utilizar herramientas de IA para analizar grandes volúmenes de datos y ofrecer informes personalizados, fortaleciendo la relación con sus clientes. Sin duda, la capacidad de la IA para procesar información compleja rápidamente permitirá a los asesores dedicarse a actividades que fomenten una mayor conexión y comprensión de las necesidades de sus clientes.

La inteligencia artificial se perfila como un elemento crucial en la transformación del rol del asesor. Al igual que en la pirámide de Maslow, donde las necesidades básicas deben ser satisfechas antes de alcanzar niveles superiores de realización personal, la IA permite a los despachos profesionales cubrir eficientemente sus bases operativas para luego elevarse a roles más estratégicos y consultivos. Y este cambio no solo mejora la productividad y eficiencia, sino que también posicionará definitivamente a los asesores como socios estratégicos en el éxito a largo plazo de sus clientes.