Opinión
El camino recorrido en la Agenda 2030 y lo que queda por hacer. La visión empresarial
- Revista de Buen Gobierno, Iuris & Lex y RSC
Cristina Sánchez
Nadie dijo que fuera fácil. Todo lo contrario. Y es que me atrevo a decir que la construcción de un futuro sostenible, más allá de un reto ambicioso, incluso mayúsculo, era de una necesidad extrema.
Por eso el llamamiento fue universal y, de hecho, incluso se diseñó una hoja de ruta y se definieron unas metas concretas para dirigir y focalizar los esfuerzos.
Así, desde 2015, la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible son, además de una guía, una muestra del impacto que puede tener el compromiso cuando es colectivo. Avanzar de manera conjunta en esta labor nos ha permitido trazar y ejecutar estrategias para superar desafíos que, en un primer momento, parecían inalcanzables.
Cierto es que el mapa lleva cerca de una década trazado y que vamos avanzando en esta travesía. Ahora, una vez puestos en marcha, es determinante esclarecer si se está recorriendo el camino de la manera correcta.
Por desgracia, y a pesar de las buenas intenciones, hay datos que nos urgen a acelerar si queremos llegar a alcanzar la meta a tiempo. Según Naciones Unidas, actualmente, solo alrededor del 17% de las metas de los ODS van camino de cumplirse y un 35% se encuentran estancadas o incluso en retroceso.
Pero lejos de desalentarnos, debemos interiorizar estas cifras como un punto de inflexión. Es una ocasión para tomar aire y, a modo de revulsivo, motivarnos para volver a encarrilar el mundo hacia la consecución de los ODS.
Todo ello no sin antes reflexionar acerca del trabajo realizado, pues ser conscientes de los logros nos puede ayudar a restablecer la confianza, aprovechar las oportunidades que surgen y acordar soluciones alineadas con los nuevos retos que se presentan.
Precisamente con este ánimo de poner en valor los esfuerzos realizados, desde Pacto Mundial de la ONU España elaboramos una nueva edición de nuestro estudio bienal sobre el compromiso del sector empresarial español con el desarrollo sostenible.
Se trata de un ejercicio de análisis que nos sirve también para tomar la temperatura de la contribución de las empresas de nuestro país a los ODS y analizar si se están dando los pasos necesarios para lograr las metas de este ambicioso marco.
En este sentido, los resultados de la Consulta de Desarrollo Sostenible 2024 arrojan conclusiones positivas como, por ejemplo, el hecho de que en los últimos seis años el porcentaje de empresas que conocen los ODS se ha incrementado del 69% en 2018 al 89% en 2024.
Del mismo modo, en cuanto a la integración, también se advierten avances significativos puesto que, afortunadamente, 7 de cada 10 empresas encuestadas para la realización del informe confirman que ya dispone de un estrategia o plan de sostenibilidad, un 44% de ellas alineadas con los ODS.
Sin duda, estos datos avalan que cada vez más empresas posicionan la sostenibilidad como uno de los ejes centrales de sus planes corporativos, lo que no solo contribuye al desarrollo sostenible, sino que también ofrece ventajas competitivas.
En este sentido, el informe detalla cómo las empresas resaltan la correlación entre sostenibilidad y rentabilidad económica, conceptos tradicionalmente alejados que ahora avanzan de la mano.
Prueba de ello es que el 84% de las empresas españolas considera que la sostenibilidad ofrece ventajas competitivas con respecto a otras empresas del mismo sector y un 51% afirma que su trabajo en sostenibilidad ha impactado de forma positiva en su cuenta de resultados.
Por otro lado, respecto a los ámbitos en los que más se ha trabajado, el ODS 5 - igualdad de género - continúa siendo desde el 2018 el más priorizado por las compañías. Además, este año destaca entre las pymes la importancia cada vez mayor del ODS 7 relativo a energía asequible y no contaminante, y entre las grandes empresas aumenta el peso del ODS 13 relacionado con la acción por el clima.
De manera que, tal y como señalan los/as expertos/as en la consulta, se constata que, mientras que las pymes buscan incidir de forma más directa en cuestiones relativas a su operativa, como la eficiencia energética, las grandes compañías están respondiendo a la presión de inversores y otros grupos de interés para impulsar medidas más ambiciosas en la acción climática.
No obstante, es preciso tener muy presente que existen aún diversos e importantes retos a los que se enfrentan las empresas con respecto a la integración de los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza), como el establecimiento de compromisos cuantificables y con límite de tiempo, que todavía es una acción poco trabajada, pese a los grandes beneficios que aporta.
En definitiva, y tomando como referencia que hay mucho trabajo por hacer, el informe constata que las empresas españolas tienen una oportunidad única para liderar este cambio, mostrando al mundo que es posible desarrollar un modelo económico que respete los límites del planeta y promueva el bienestar de todas las personas. Confiamos en que después de revisar la consulta, el tejido empresarial español continúe aumentando su compromiso y, sobre todo, sus acciones, para contribuir a un futuro más justo, sostenible y próspero para todas las personas.
Directora ejecutiva Pacto Mundial ONU España.