Opinión

La colaboración empresarial como motor de crecimiento de la Comunidad Valenciana


    Ignacio Bauset Director de Innovación y Canales Digitales en Aquaservice

    Cada vez más, en el tejido empresarial de cualquier país, la colaboración entre empresas no solo emerge como un principio estratégico, sino como un imperativo esencial para el desarrollo y la prosperidad colectiva. La sinergia entre entidades se convierte en una fuerza que nos impulsa a superar desafíos y a perseguir objetivos comunes más grandes, llevándonos a generar un impacto positivo en la economía y en la sociedad en general. Por ello, resulta clave que desde las compañías tengamos esto en cuenta y pongamos nuestros esfuerzos en fomentar una colaboración efectiva, que permita el crecimiento y el desarrollo allá donde operamos.

    En la Comunidad Valenciana, no estamos exentos de esto. Al igual que en otras regiones de España, en esta comunidad autónoma se teje una red empresarial sólida que busca impulsar un objetivo común: el crecimiento y desarrollo de sus empresas. Por ello, no solo los altos directivos sino todas las personas que formamos parte de las compañías, debemos ser conscientes de lo fundamental que es la colaboración de las unas con las otras en pro de un objetivo común: hacer prosperar a la comunidad a través del éxito empresarial.

    En el camino hacia la consecución de este propósito, hay una herramienta que resulta clave: el mentoring de empresas. Este proceso de relación profesional consistente en relacionar a una empresa con más experiencia y conocimientos (que recibe el nombre de 'mentora') para ayudar, orientar y guiar a otra empresa – 'mentee'–, a prosperar y crecer en su proyecto. Sin duda, es una forma útil de colaboración puesto que, al fin y al cabo, se trata de empresas con una trayectoria exitosa que tienen la capacidad de ayudar a pequeñas y medianas compañías en su camino al éxito o en sus procesos de digitalización e innovación, entendiendo sus principales retos y tratando de aportarles valor e ideas basadas en sus casos de éxito, o incluso de fracaso. Y es que es en esa interacción entre distintos tipos de empresas, donde germinan nuevas ideas, estrategias y soluciones en favor de todos. Por tanto, resulta clave que se lleven a cabo.

    Iniciativas como el 'Mentoring ilimitado' – una iniciativa de mentoría organizada por la Fundación LAB en la que empresas líderes de la Comunidad Valenciana comparten sus experiencias para ayudar a otros empresarios a superar retos en innovación y tecnología – desempeñan un papel crucial en este escenario. Con dos exitosas ediciones en Valencia y Castellón, este programa ha cultivado un ambiente de colaboración y compañerismo entre las empresas de la Comunidad, independientemente de su tamaño, en el que la mejora común impera por encima de los objetivos individuales de cada empresa. Y ese bien común no es otro que colocar a la Comunidad Valenciana como referente en innovación y en lo que a su tejido empresarial se refiere.

    En este contexto, la digitalización y la innovación se erigen como pilares fundamentales. Está claro que, en los últimos años, la mayoría de las compañías, independientemente de su sector, se encuentran inmersas en una transformación digital. Por lo tanto, es fundamental que las empresas colaboremos compartiendo nuestras estrategias y logros en este ámbito, para ayudar a las que cuentan con menos experiencia no solo a adoptar nuevas tecnologías, sino a cambiar la forma en la que operan como compañía, la forma en la que se relacionan con sus clientes y equipos y, en definitiva, ayudarles a llevar a cabo una transformación que les permitirá impulsar su eficiencia, su innovación y su ventaja competitiva, lo cual resulta crucial en un entorno empresarial cada vez más digitalizado.

    En definitiva, las grandes empresas tenemos una gran responsabilidad y no podemos mirar hacia otro lado. Colaborar en este tipo de iniciativas es importante, puesto que no se trata simplemente de un ejercicio de consejería, sino también de una inversión en el futuro de la comunidad o región donde se realizan. Porque el intercambio de conocimientos puede tener un impacto realmente transformador, y se trata de un proceso de retroalimentación mutua que fortalece no solo a las pymes, sino a toda la comunidad empresarial. Sin duda, entre todos podemos cultivar no solo el éxito individual, sino también el crecimiento conjunto, creando un ecosistema en el que la experiencia y la innovación convergen para beneficio de todos.