Opinión

Alarma, peligro inminente en España

  • Las señales de alerta económica que hay que tener en cuenta en estos momentos

Josu Imanol Delgado y Ugarte

Acabado prácticamente el verano del 2023, en el que parece ser que los españoles han disfrutado todo lo posible porque se ha venido informando que los lugares de veraneo han llegado a alcanzar el cien por cien de ocupación, se acerca el otoño y con él, como se decía antaño, la hora de la verdad.

El panorama económico previsible, céteris páribus, que se avecina tiene como características definitorias una subida del petróleo que abocará, lógicamente, a una subida de la inflación. Aunque no es el único factor que tensionará al alza los precios, pues existe el peligro razonable de que los precios de las materias primas y los alimentos sigan subiendo. Y a eso se debe añadir que vuelve a haber algún problema con la cadena de suministro, relacionado con cierta escasez de contenedores que, de no subsanarse, evidentemente, agrandará de manera importante estas tensiones en la inflación. Además el colapso del paso del canal de Panamá previsiblemente irá in crescendo.

Por lo cual, es lógico pensar que los tipos de interés seguirán subiendo si los bancos centrales continúan con el objetivo de doblegar la inflación al menos al 2%.

Además, se debe tener también en cuenta que la banca va a tener más reticencias a la hora de otorgar crédito, no sólo por el riesgo crediticio, sino también por la estructura económico financiera que deben tener. Por lo que se prevé que ciudadanos y empresas van a tener más problemas de financiación, como se está percibiendo ya. Y esa falta de financiación abocará a que haya que hacer reajustes en las empresas de crecimiento y en la consolidación de negocios, plantillas laborales etc.

Si vemos que España, en el ámbito laboral, continúa a la cola de Europa, incluso en el segmento juvenil, esto hará que estos próximos meses sean muy preocupantes. Porque no podemos conocer en estos momentos si el invierno va a ser tan benigno como el anterior y qué precio puede llegar a alcanzar la electricidad. Pues parece ser que la problemática que hizo que los precios de la electricidad batieran récord el año pasado aún no ha sido solventada.

Además de un posible colapso financiero de muchos agentes del mercado como consecuencia de previsibles problemas en sus activos de renta fija, y el gran peligro existente en los instrumentos derivados, que puede ser de dimensiones catastróficas porque el mercado de derivados es alrededor de 10 veces la cifra del PIB agregado mundial, todo indica que la fiesta se ha acabado.

Y la Recesión Económica, si no Depresión Económica, en la cual nos podemos sumergir es algo que la ciudadanía tendría que tener ya presente para adoptar medidas defensivas y que no les pille de manera imprevista. Pues Alemania y Francia, así como también Italia, vienen dando señales de los importantes problemas económicos que están padeciendo y que, obviamente, es una señal más de alarma que hay que tener en cuenta en estos momentos.

Resumiendo, siendo breve y claro, lo esperable es que los tributos subirán, que el apoyo a los ciudadanos por parte del estado descenderá y evidentemente el poder adquisitivo se verá indefectiblemente cercenado. Y además, se debe tener presente también, que por todo lo anteriormente expuesto los inversores extranjeros se vean en la tesitura de reducir la exposición a nuestro país.

Por último, no se puede soslayar el grave problema existente en los precios de la vivienda, lo que provoca que no se pueda acceder a ella con los niveles salariales que por lo general existen en España. Y esto afecta, indudablemente, al mercado laboral, pues muchos trabajadores tienen grandes problemas para poder acceder a una vivienda que les posibilite tener ciertas opciones laborales.