Opinión

La precariedad real del empleo

    José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social

    elEconomista.es

    La revisión de las estadísticas de las causa de baja de afiliación, desarrollada desde octubre por la Tesorería General de la Seguridad Social, ha servido para clarificar el diagnóstico de los efectos de la reforma laboral en el mercado de trabajo, en especial en lo relativo a la polémica de los fijos discontinuos.

    Es un ejercicio de transparencia por parte del equipo del ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, que contrasta con la opacidad de sus homólogos del Ministerio de Trabajo. Un departamento que sigue sin clarificar el impacto en el desempleo real de estos trabajadores indefinidos pero ligados a tareas temporales en los periodos en los que no están trabajando y esperan a que sus empresas vuelvan a llamarles. Los datos de Seguridad Social apuntan a que más de 14.000 empleados causaron baja de afiliación cada día laborable de noviembre por este motivo, una cifra que multiplica casi por cuatro la registrada en el mismo mes del año anterior. De hecho, esta situación es la principal causa de baja entre los trabajadores con contratos indefinidos, pese a que, como insiste en recordar la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, suponen un 7% de ellos. Esta desproporción es un claro síntoma de la volatilidad de estos empleos, que encadenan altas y bajas con una intensidad que crece a mayor ritmo de lo que hace su empleo. Ante estos datos, la única conclusión que cabe extraer es que queda mucho por hacer para erradicar las profundas ineficiencias del mercado laboral.

    La volatilidad del trabajo de los fijos discontinuos desmonta el triunfalismo estadístico de Díaz tras la reforma laboral

    La última reforma ha tenido efectos innegables sobre la temporalidad, pero no debe llevar a a un triunfalismo estadístico, que obvia que los empleadores requieren más avances y apoyo para acabar con la verdadera precariedad real que los fijos discontinuos revelan.