Opinión

Economía de la longevidad femenina

  • "Un gran reto que pasa por contrarrestar la desigualdad dentro de los grupos de edad"

Barbara Rey Actis

Afortunadamente, y de un modo especial en nuestro país, las personas tenemos cada vez vidas más largas y sanas, una realidad que puede tener un impacto positivo en la economía de nuestro país. Ligada a nuestra longevidad irrumpe una economía senior que tiene el potencial de contribuir al crecimiento del PIB mediante el empleo y el capital humano, sumado al mercado laboral y a las empresas años de experiencia que solo este segmento de la población puede ofrecer.

No obstante, conseguir hacer el cambio hacia una economía de la longevidad es un gran reto que pasa por contrarrestar la desigualdad dentro de los grupos de edad y garantizar un enfoque de equidad no solo generacional, sino, también, entre hombres y mujeres.

Analizando y comparando esta situación por géneros nos encontramos con que la inclusión de la mujer en el mundo laboral aún necesita de políticas de igualdad que aseguren que su retribución sea acorde a su productividad y les permita tener acceso a las mismas oportunidades que los hombres.

Esto es aún más relevante cuando conocemos que la tasa de empleo entre mujeres es menor que en los hombres y que, aunque esta brecha se ha reducido mucho en los últimos años, en el caso de las mujeres de más de 55 años sigue siendo de casi 15 puntos por debajo de la de los hombres. Y, centrándonos en el desempleo para las personas mayores de 54 años, la diferencia alcanza los 2,5 puntos menos. Datos que son una clara representación de una realidad: hay más mujeres en paro.

Otro aspecto que considerar son las notables diferencias salariales. Las mujeres activas ganan algo menos que los hombres, de media, un 2% menos, y esta brecha se agranda a partir de los 65 años, llegando a un 5%. Sin embargo, en las edades que van de 45 a 64 años, son las mujeres las que ganan un 2% más que los hombres, un dato que refleja los efectos del acceso a la educación de la mujer de la generación Baby Boom. Por tanto, las mujeres tienen menor acceso a la empleabilidad, mayor tasa de desempleo y ganan menos que los hombres, y estos datos se acrecientan a partir de los 55 años.

Mas paro y menor salario contrastan con el positivo hecho de que ellas tienen un mejor nivel educativo. En el año 2020, sólo el 37% de hombres frente a un 43% de mujeres tenían el nivel de formación correspondiente a primero y segundo de educación superior y doctorado. La diferencia es aún mayor entre personas más jóvenes.

Y otro factor favorable a valorar es que la esperanza de vida de las mujeres es mayor que la de los hombres lo que conlleva que estarán jubiladas por más tiempo. Se espera que una mujer pase como jubilada una media de 25.5 años, mientras que los hombres lo estarán durante 21.

En plena reforma del sistema de pensiones español, es importante recalcar que la pensión media de las mujeres es aproximadamente un 30% menor que la de los hombres. Las causas son múltiples y esta es una situación que se irá solventando cuando la generación Baby Boom acceda a las pensiones, pero, de momento, esta brecha existe y es amplia.

Por último, si analizamos el entorno laboral, observamos que la mayoría de las empresas están dirigidas por hombres jóvenes. Las compañías no han involucrado a las mujeres maduras ni como consumidoras potenciales ni como talento senior.

En definitiva, es hora de que las empresas den a las mujeres maduras la oportunidad de tomar un rol activo en el proceso creativo-productivo. En este sentido, se han detectado cuatro grandes bloques de necesidades en las que las mujeres pueden hacer grandes aportaciones: combatir la soledad, mejorar la percepción de salud, apoyar los cuidados y tecnología adaptada a personas mayores.

Las mujeres maduras tienen las claves de la economía de la longevidad actual y futura, especialmente en el desarrollo de productos y servicios orientados a tener una mejor calidad de vida, así como a vivir más tiempo. La mujer tiene un papel muy relevante dentro de la economía de la Longevidad y suele ser una realidad poco conocida que merece la pena entender.