Aire fresco para el sector del automóvil gracias al IVA
Francisco Arasteny
El sector de concesionarios de automóvil, cuyos intereses son defendidos por la patronal que integra las asociaciones de concesiones de marcas de automóvil (Faconauto), aporta, según datos de 2018, el 3,2% del PIB, con una facturación de 46.240 millones de euros, 2.219 concesionarios y con una capacidad para generar 162.000 empleos directos y 500.000 indirectos.
Su importancia en nuestra economía es sobresaliente. Sin embargo, como cualquier otro sector, tiene que capear en la tormenta fiscal de cada ejercicio.
Hace poco superó el problema del IVA en las operaciones promofinance a través de la Consulta que Faconauto promovió a la Dirección General de Tributos. Y, ahora, llega un nuevo temporal. Se trata de la posibilidad de recuperar, por parte de las empresas del sector, el IVA que no se han deducido por ciertas cuestiones técnicas propias de la compleja regulación de este impuesto.
Entremos en el asunto. Este tipo de empresas tienen como actividades habituales la compraventa de vehículos, reparación y mantenimiento y otras como la de intermediación financiera y de seguros.
La deducibilidad del IVA que soportan en sus compras y gastos depende directamente del volumen de operaciones realizadas que originan el derecho a la deducción. El cálculo es sencillo, el porcentaje de deducción que se pueden aplicar (llamado Prorrata General) se obtiene dividiendo el volumen de operaciones que generan el derecho a la deducción (compraventa, reparación y mantenimiento de vehículos) entre el volumen de ventas to-tales. Las operaciones de intermediación financiera y de seguros no generan derecho a deducción.
Pues bien, hasta hace unos años las actividades de intermediación financiera y de seguros no suponían un volumen de negocio relevante en relación con las ventas totales, por lo que, muchas de estas empresas aplicaban la Regla de Prorrata General (tal vez de forma poco acertada) y, en otros casos, la prorrata especial puesto que la normativa del IVA contempla un supuesto de aplicación obligatoria para esta última.
Así las cosas y, considerando que en los últimos años, estas dos últimas actividades han ganado un mayor peso sobre el volumen total de ventas, estas empresas podrían regularizar su situación tributaria de los últimos años no prescritos aplicando la prorrata especial ya que, según los casos, podría permitir obtener una mayor deducción del IVA soportado.
Aunque el artículo 119.3 de la Ley General Tributaria no permite la regularización a la que hacemos referencia, la publicación de dos consultas de la Dirección General de Tributos (V155/2018 y V1542/2018) pueden cambiar el panorama. Una de las consultas ha sido presentada por la propia patronal, Faconauto, en la que se preguntaba si resultaba de aplicación el Régimen de Sectores Diferenciados regulado en el Art. 9.1º.c de la Ley del IVA y, efectivamente, la contestación ha sido positiva.
El Régimen de Sectores diferenciados es otro régimen especial cuya finalidad, en última instancia, es la de calcular el IVA soportado que puede deducirse una empresa cuando realiza varias actividades distintas.
El lenguaje jurídico -y especialmente el fiscal- es farragoso, pero, a modo de resumen, podemos decir que la resolución de Tributos abre a estas empresas la posibilidad de regularizar su situación tributaria en relación con el IVA que no se hayan deducido aplicando tal régimen puesto que el mismo no implica el ejercicio de una opción, sino más bien, la aplicación obligatoria de un régimen fiscal contemplado en la norma. Dicho esto, sería recomendable que estas empresas realizaran el esfuerzo de comparar su situación actual con la de años anteriores y valorar el impacto de la regularización, el cual, seguro que representa un importante balón de oxígeno financiero en unos casos y, en otros, pro-ceder a su revisión y ajustar sus declaraciones anteriores presentadas.
En cuanto a la regularización, puesto que tiene carácter voluntario, entendemos que no conllevaría sanción alguna.
Aunque hay que revisarlo caso a caso, todo ello puede resultar una buena noticia para el sector del automóvil en una época de zozobra.