Una encrucijada para los bancos centrales
elEconomista.es
Resurgen las críticas contra el BCE y la Fed por su incapacidad para situar la inflación en su objetivo de una tasa cercana al 2 por ciento. Es un problema complejo que resulta simplista plantear en términos de una supuesta ineficacia de los banqueros centrales.
Desde hace años, hay un debate académico acerca de la conveniencia de establecer un objetivo más bajo, acorde con las nuevas condiciones en las que el crecimiento de las economías avanzadas desacelera y su envejecimiento retrae el consumo interno. Pero tanto la Fed como el BCE deben ser cautos a la hora de acometer esos cambios. Lo cierto es que nadie sabe aún cuál debería ser esa tasa actualizada por lo que tantear modificaciones, sin tener un objetivo claro, minaría la credibilidad de ambas instituciones.